[Profesores] Carta a colegas del DF

[Pablo Mininni]

Hola,

en los últimos meses el DF organizó varias actividades para discutir políticas institucionales y funcionamiento departamental, y observé que la participación fue muy baja. Especialmente de profesores e investigadores jóvenes. A modo de ejemplo, al último coloquio asistieron 32 personas, solo 20 de las cuales eran profesores o investigadores. Y una fracción significativa eran profesoras y profesores eméritos o consultos, o personas cercanas a la jubilación con un compromiso sostenido muy fuerte con el DF. Entiendo que cada uno de nosotros tendrá diferentes razones por las que pudo o no asistir, pero esta observación no se limita al coloquio del último jueves e incluye a varias reuniones previas.

En este contexto quiero compartir una reflexión a tono personal. Ser profesor o profesora del DF es mucho más que un cartel en la puerta de una oficina, dar clases, tener algunos becarios doctorales, o publicar papers. Por encima de todo, lo que se espera de los profesores es que tengan proyectos que hagan del DF un lugar vibrante, que impulsen nuevas ideas y generen cambios, que participen en el funcionamiento departamental, que den visibilidad a la institución, y que articulen sus planes profesionales con los del departamento. Nada de eso puede ocurrir sin participación. Y, en una época en la que hay muchos profesores y profesoras jóvenes con cargo interino, y muchos investigadores inscriptos en concursos con ganas de formar parte del DF como profesores, me llama poderosamente la atención la falta de motivación para participar en estas y otras actividades, y que sean solo los miembros más senior los que siempre están. Obviamente hay honrosas excepciones a esta observación. No quiero generalizar injustamente, y aplaudo a quienes tienen un compromiso con la institución.

Aprovecho este breve mensaje para mencionar un tema relacionado: la pandemia trajo cambios en la modalidad de trabajo, y el home office llegó para quedarse. Pero una institución académica no puede funcionar con sus oficinas vacías. Parte de la problemática que menciono está relacionada con esto. Para que el DF sea un lugar inspirador para nuestros estudiantes y una usina de nuevas ideas, tenemos que comprometernos nuevamente a pasar un tiempo significativo en el lugar de trabajo, y limitar el trabajo remoto a una fracción razonable de la semana laboral.

Saludos,

Pablo