[Todos] carta abierta al CECEN

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Tristeza

Se precipitan los acontecimientos y siento que me superan...

Andábamos a la búsqueda de una propuesta detrás de la cual
encolumnarnos y una persona que las ejecute.

Entiendo que la  propuesta está: los 29 puntos que surgieron después de
las discusiones (lógicas y esperables), representan un programa de
gobierno. No siempre lo hubo.

La persona, está: Alberto. No se me ocurre ninguno mejor. No digo que
no lo haya, porque no conozco a todos (ni mucho menos), pero creo que
podemos dar fe que Alberto está preparado, es decente, es honesto
intelectualmente, tiene un compromiso sobradamente demostrado en
defensa de los  valores primarios (universidad pública, gratuita,
laica, democrática, de excelencia, en comunicación directa con la
sociedad que la cobija  y sostiene, promotor de la generación de
ciencia básica, etc).

Pero me produce tristeza ver que aún estas condiciones, que suenan a
ideales, no son suficientes. Si no somos capaces de encolumnarnos
detrás del proyecto reflejados en los 29 puntos y detrás de Alberto,
entonces, algo falla.

Supongo que las distintas agrupaciones que conforman el Centro de
Estudiantes, saben bien que cada vez que lo fueron a buscar para que él
se pusiera al frente de una clase pública, para mediar en cualquier
conflicto que involucrara algún estudiante, para ser orador en una
asamblea, cada vez que hubo que discutir el presupuesto, además de su
respeto y compromiso inclaudicable en la lucha por los derechos
humanos…  (y la lista sigue).. decía, que quienes esto leen saben que
Alberto estuvo SIEMPRE en la primera fila, SIEMPRE liderando, SIEMPRE
poniéndose delante en defensa de los valores democráticos.

Claro que no estuvo siempre de acuerdo con TODOS los motivos, pero
siempre entendió que había un objetivo por alcanzar  y no se detuvo en
verificar si TODOS los detalles estaban satisfechos, ni si coincidía
con TODAS las posiciones políticas. No dejó, que las diferencias que lo
separaban de quienes le venían a pedir que se sumara para cada causa
que el Centro de Estudiantes consideraba justa, le impidieran ver la
‘pintura global’ , o dicho de otra manera más trillada, que suena a
estúpida por lo común pero bien significativa, no dejó que el ‘arbol le
tapara el bosque’.

Alberto fue siempre uno de nosotros. Más aún: no fue, ES uno de
nosotros. Alberto nunca dejó de ser un estudiante, comprometido con el
Centro aunque técnicamente ya tuviera su título. En realidad, no se
puede tener un mejor representante que defienda los intereses
comunitarios y colectivos, no se puede encontrar a alguien más
comprometido con el bien común sacrificando cualquier conveniencia
personal o individual. Y no quiero insultarlo hablando de su decencia.

Pero, las mismas agrupaciones del Centro de Estudiantes que él (y
también yo) esperábamos que lo tomaran como líder hoy, le dan la
espalda y me dejan confundido. No, está mal  lo que digo: no le dan la
espalda, no soy justo. En todo caso, debería decir que no le dan el
enfático respaldo que Alberto se merece.

En la búsqueda de un ideal que creo inexistente, estamos a punto de
dejar caer la mejor  alternativa que tenemos.

No importa si Alberto no es rector. Quizás no lo pueda ser ni siquiera
con el apoyo que yo me imaginaba. Pero me duele que ese apoyo falte. Y
no es que Alberto sea un candidato ‘más’. No. Alberto sería un
extraordinario candidato en cualquiera de las mejores universidades del
mundo. Por eso siento tanto esta indiferencia.

Y les pido que no lean esto como un pedido de apoyo incondicional, ni
mucho menos. Los apoyos son a programas, a propuestas y a valores.  En
todo caso, uno elige personas a quienes les asigna esos valores y los
cree capaces de liderar el proyecto.

Me confunde que el Centro de Estudiantes de nuestra facultad no lo
entienda así. Debo haber escuchado mal, o la  vida, mal que me pese,
pasa por otra parte.

Adrián Paenza

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