[Todos] Sobre el programa de incentivos
Sumatoria: Frente de Graduados
sumatoria en de.fcen.uba.ar
Mie Jun 28 08:23:48 ART 2006
El Programa de Incentivos para Docentes-Investigadores fue creado en 1993.
Al año siguiente fue puesto en práctica y, desde ese momento, ha tenido
una incidencia permanente en el sistema universitario nacional. No nos
interesa aquí hacer un estudio detallado del Programa de Incentivos, pero
sí analizar sus consecuencias concretas en la Facultad. Entre ellas, la
más tangible es que el incentivo permite a los que lo perciben tener un
mejor sueldo, aunque se trate de un adicional no remunerativo ni
bonificable. Esto se da en un contexto en el que los sueldos de los
docentes e investigadores siguen siendo bajos y los aumentos otorgados
desde el 2003 no fueron más que un paliativo para una situación crítica.
Para que el incentivo deje de ser un complemento salarial necesario hay
que conseguir una recomposición salarial para la dedicación exclusiva y la
investigación full-time, de manera que nadie tenga la necesidad de
complementarlas con otro tipo de ingresos. Por otro lado, mientras el
incentivo exista, es indispensable que se aplique de la manera más
equitativa posible y con criterios claros que garanticen que a igual
trabajo corresponda igual remuneración.
Desde el Ministerio han surgido innumerables injusticias con respecto a la
puesta en práctica del programa de incentivos. Algunas se han logrado
corregir, otras no:
- En el pasado, los docentes simples con cargo de investigador eran
perjudicados en el Programa de Incentivos. Esto producía una inequidad muy
grande porque existen muchos docentes con dedicación simple de nuestra
Facultad que hacen investigación con dedicación exclusiva como miembros de
instituciones de Ciencia y Técnica (CONICET; CNEA, INTA; etc) y cuya tarea
diaria en docencia e investigación es comparable con la de los docentes
con dedicación exclusiva.
- Si bien la situación de los docentes simples con cargo de investigador
fue resuelta, nada se logró con respecto a los docentes simples con beca
de doctorado. La tarea de estos docentes investigadores también es
indistinguible por ejemplo de la de un ayudante de primera con dedicación
exclusiva. Lograr que los docentes con beca de doctorado cobre incentivos
full es una asignación pendiente a la que se le deben destinar muchas
energías, más teniendo en cuenta que el de los becarios es el sector más
débil a nivel salarial.
- Por último hay que mencionar los problemas originados en los mecanismos
de categorización. Cada vez que se publican los resultados de una
categorización encontramos innumerables ejemplos de categorías
incomprensibles. La falta de criterio parece indicar que las categorías se
otorgan por una mezcla de azar y acomodo. Aquí nuevamente se ven
perjudicados los docentes con beca doctoral, que deberían recibir
automáticamente la categoría V. Estas situaciones han generado
innumerables reclamos, personales o institucionales (ver
http://www.fcen.uba.ar/agrupaciones/conexion/resoluciones/incentivos.htm),
que pocas veces son atendidos.
Por otro lado en nuestra Facultad el sistema de incentivos también ha
acentuado una serie de inequidades que con el tiempo se han tratado de
resolver. Nuevamente el criterio que se ha buscado hacer prevalecer es el
de que a igual trabajo igual remuneración:
- El primero de estos aspectos al que se ha intentado dar solución es al
de la dedicación a la docencia y, en particular, las horas frente a
alumnos. La falta de criterios claros en este tema propició una importante
desigualdad de tareas tanto entre los profesores y los docentes auxiliares
como también dentro del claustro de profesores. Para corregir esta
desigualdad, a fines de 2004 el Consejo Directivo aprobó que todos los
profesores debían dictar un total de 96 horas anuales frente a alumnos en
dos materias para cumplir con su tarea docente. Asimismo se estableció
este mínimo de horas como requisito para el cobro de incentivos.
- La versión vigente del Manuel de Procedimientos del Programa de
Incentivos también alentó a distintos investigadores a buscar un cargo
docente, independientemente de su lugar de trabajo y disminuyó la demanda
de cargos con dedicación exclusiva por parte de investigadores. Si bien
esto podría ser positivo, en algunos casos ha tenido un efecto nocivo para
la calidad de la enseñanza que ofrece la Facultad ya que existen
investigadores que preferirían dedicarse exclusivamente a la investigación
sin tener ningún vínculo con la docencia (algo que per se es inobjetable).
Esto genera injusticias porque la Facultad entrega recursos sin obtener
dedicación a la docencia o compromiso institucional a cambio. Este es el
origen de la resolución aprobada por unanimidad de todas las listas del
Consejo Directivo (*) que recuerda que según el manual de incentivos los
docentes simples que deseen acceder al Programa deben ser investigadores
con lugar de trabajo en la Universidad. Sin embargo, creemos que esta
resolución tampoco resuelve el problema ya que el lugar de trabajo en la
Universidad no garantiza un compromiso con la misma ni una mejor
dedicación a la docencia, y por otro lado, deja afuera a muchos docentes
investigadores sin lugar de trabajo en la Universidad que están seriamente
comprometidos con la docencia y con la Institución. Dado que los
incentivos 2005 no se ven afectados por esta resolución, creemos que el
debate debe seguir abierto en las comisiones del Consejo Directivo. La
próxima cita será el lunes 3 de julio a las 17 en la comisión de
Investigación. Además, para seguir discutiendo abiertamente este tema con
todos los interesados, convocaremos a una reunión abierta durante la
semana que viene (informaremos oportunamente de la fecha y lugar).
Estas son parte del marco de ideas y motivaciones que llevamos adelante
como agrupación. Creemos que la Facultad debe ser un lugar serio y
responsable que devuelva en docencia e investigación todos los recursos
que la Sociedad invierte en ella, y en el que no debe ocurrir que se cobre
más por hacer lo mismo o menos, o que se cobre lo mismo haciendo mucho
menos.
(*): Se votó por unanimidad de los presentes, con consejeros de todas las
listas representadas en el consejo directivo (por mayoría y minoría).
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