[Todos] Re: [Todos QB] Re: [Alumnos] Re: hay cansancio con el tema, pero hay demasiado en juego
flo en qb.fcen.uba.ar
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Mar Jun 3 12:40:47 ART 2008
Estimado señor Anónimo, su ignorancia escudada en un par de cifras sobre
el trigo es insultante. La soja hoy está tomando campos no aptos para la
agricultura permanente, desplazando de esa manera a otras actividades
agropecuarias que producen alimentos de consumo local (carne y leche por
ejemplo). Por otro lado la cantidad de glifosato usado actualmente es en
enorme, así como la cantidad de urea (inhibiendo la fijación de nitrógeno
por las bacterias que forman el nódulo ya que la soja es una leguminosa)lo
cual provoca contaminación de napas. Los estudios que hay sobre
inactivación del glifosato por adsorción a las arcillas del suelo hoy son
muy cuestionados. La eutroficación de las aguas por el exceso de
fertilizantes es otro resultado de la soja. Ahora podemos ver el elemento
social. Los rendimientos de la soja hacen que tierras que están siendo
ocupadas por pueblos originarios o por campesinos que las vienen heredando
desde hace siglos sean desplazados por ejércitos armados de
terratenientes (Santiago del Estero es un ejemplo).
Siguiendo con el tema social, la mano de obra directa que da la soja es
casi nula a diferencia por ejemplo del tambo o la cría intensiva de
ganado. Respecto a la mano de obra indirecta se dice que levanta la
industria de maquinaria. También el tambo si tiene precios competitivos
levanta la industria de maquinaria. Con el tambo hay que tener verde todo
el año y eso implica siembra de verdeos de invierno y de verano, siembra
de paraderas permanentes, siembra de sorgo o maíz para silo etc. A eso hay
que agregarle el desarrollo industrial de la manufacturación de los
derivados de la leche, que no es poca cosa
Basta de no considerar en la discusión el modelo de producción que se
quiere. La soja despuebla el campo y genera el desarrollo de una economía
de servicios para unos pocos en los pueblos del interior. La soja es el
desierto verde.
Las retenciones le bajan rentabilidad y tiene como efecto la posibilidad
de pensar en otras formas de explotación agropecuaria. En la producción de
alimentos. La única forma de que los precios de los alimentos no suban es
aumentar la producción de forma tal que no haya competencia entre el
mercado interno y externo. Hay que aumentar el número de cabezas de
ganado, hay que aumentar la producción láctea, hay que aumentar la
producción avícola. No hay que aumentar la producción de soja Si eso está
claro, luego se discuten los instrumentos. Uno de ellos son las
retenciones.
El problema es que hoy pequeños y medianos dueños de la tierra se
convirtieron en rentistas alquilando a 300 dólares la hectárea para la
producción de soja a los pooles sojeros. Eso es lo que defiende la
Federación Agraria. Es acaso defendible como modelo la defensa de vivir de
la renta en lugar de vivir del trabajo. Cual es la diferencia con la
especulación?.
Saludos
Juan Fló
Señor "Basta Ya" :
>
> A nuestra querida "burguesÃa colonial" nunca le gustó pagar impuestos,
> utilizando el argumento de la
> incierta y equivocada distribución de los mismos. Hablan de los "paÃses
> serios", donde supuestamente
> se hacen las cosas bien, pero serÃan incapaces de vivir en ellos porque
> aquÃ
> pueden explotar el trabajo
> de la gente, eludir a la Justicia y el pago de impuestos muy razonables
> para
> luego disfrutar en esos paÃses
> serios del fruto de su pillaje. Son los herederos de aquellos oficiales y
> parientes de Julio A. Roca que
> recibieron tierras manchadas con la sangre de nuestros pueblos
> originarios,verdaderos dueños de esas
> tierras, que les permitió convertirse en terratenientes con doble
> apellido y
> pensarse como dueños de
> un paÃs con derecho a utilizar a las fuerzas armadas como custodios de
> sus
> mal habidas propiedades.
> Buscaron el apoyo del imperialismo norteamericano como un reaseguro de sus
> privilegios y de la
> continuidad de un modelo económico más cercano al feudalismo que a un
> capitalismo moderno. Si
> alguno quiere pruebas de la existencia de tal modelo no tiene más que
> mirar
> a nuestra Facultad con
> un presupuesto y unos sueldos miserables; compensados parcialmente por el
> esfuerzo de su gente.
> En realidad no deberÃa contestarle a alguien que se escuda detrás de un
> seudónimo que lo exime de
> dar la cara. Tenga cuidado porque puede aparecer un "basta ya"
> completamente
> inesperado.
> Ahora el que dice "basta ya" soy yo.
>
> Eduardo M.Scolnik
>
>
>
> ----- Original Message -----
> From: "Basta Ya" <bastaya.cansado en yahoo.com.ar>
> To: <alumnos en dm.uba.ar>; <gabriel en ingtornado.com>; "fgnz"
> <fgnz en arnet.com.ar>; "Ana Cauerhff" <ACauerhff en leloir.org.ar>; "Emiliano
> Moscato" <emoscato en dc.uba.ar>; <todosqb en qb.fcen.uba.ar>;
> <todos en qo.fcen.uba.ar>; <cable en de.fcen.uba.ar>;
> <todos en biolo.bg.fcen.uba.ar>; <todos en at.fcen.uba.ar>;
> <todos en ce.fcen.uba.ar>; <todos en q1.fcen.uba.ar>; <lcefiec en de.fcen.uba.ar>;
> <todos en gl.fcen.uba.ar>; <alumnos en df.uba.ar>; <todos2 en at.fcen.uba.ar>;
> <allusers en iafe.uba.ar>; <todos en tango.gl.fcen.uba.ar>;
> <todos en quimor.qo.fcen.uba.ar>; <todos en ayelen.q3.fcen.uba.ar>;
> <docentes en iib.uba.ar>; <alumnos en dc.uba.ar>; <todos en bl.fcen.uba.ar>;
> <todos en df.uba.ar>; <alumnos-fisica en lists.fcen.uba.ar>;
> <cefiec en gruposyahoo.com.ar>; <todos en fbmc.fcen.uba.ar>;
> <docentes en dc.uba.ar>;
> <todos en di.fcen.uba.ar>; <todos-dm en dm.uba.ar>;
> <cefiec en decanato.de.fcen.uba.ar>; <todos en ic.fcen.uba.ar>;
> <todos en qi.fcen.uba.ar>; <unidad en ce.fcen.uba.ar>; "Eduardo Scolnik"
> <escol en indec.mecon.gov.ar>
> Sent: Thursday, May 29, 2008 4:22 PM
> Subject: [Alumnos] Re: hay cansancio con el tema, pero hay demasiado en
> juego
>
>
> Sr. Eduardo Scolnik, Usted come soja? Cuánto? A usted le parece que las
> retenciones en la soja son para cuidar el mercado interno?
> Alguno me han dicho que con retenciones altas a la soja se fomentan otros
> cultivos. Pero esto es falso, y paso a explicarle por qué:
> 1-La rotación de cultivos es necesario y se viene haciendo hace siglos
> 2-El mercado interno de trigo es de 6millones de toneladas, y ya está
> cubierto (16 millones). Esto cubre tanto consumo del grano, como semilla
> para la siguiente temporada
> 3-Las retenciones las subieron después de sembrarse. Y este último
> aumento,
> a semanas de la cosecha de soja. O sea, no hay posibilidad de cambiar de
> cultivo.
> Esto demuestra la ignorancia absoluta que hay en materia agraria.
>
> Redistribución? SÃ...pero que sea real.
>
> Aclaro (ya lo habÃa hecho antes), la disputa no es retenciones sà o no.
> Es
> retenciones a niveles que permitan el crecimiento, y no la sofocación.
>
> La polÃtica de retenciones altas perjudica más al productor chico..
> El campo SIEMPRE se quejó de la cadena de comercialización. Pero con la
> mala
> infraestructura que hay no es posible sacarse de encima los acopiadores
> locales (casi monopolicos).
>
> El artÃculo que usted cita está escrito por alguien que no sabe
> nada....del
> campo. Sé sabe cómo mentir y manipular.
>
> Y reitero:
> Cuando hablan de mejorar educación, salud e infraestructura, en el campo
> nadie les cree. Sabés por qué?
> Porque lo que se ve es chicos que a pesar de haber asistido a clases, no
> saben pensar, ni leer ni dividir.
> Porque si tenés un accidente, te tienen que trasladar a BsAs.
> Porque cuando llueve te encajás en el barro. Muy divertido, no? Pero un
> camión cargado de cereales no puede pasar, entonces tenés que esperar
> dÃas
> hasta que se seque, poniendo en riesgo la cosecha, ya que puede volver a
> llover, con la consecuente perdida de granos.
>
> Es cierto que el discurso es muy bonito y por eso muchos "compran", me
> incluyo. Pero cuando no ocurre, y encima quieren agrandar la mafia,
> alguien
> tiene que decir BASTA!
>
>
>
> --- El jue 29-may-08, Eduardo Scolnik <escol en indec.mecon.gov.ar>
> escribió:
>
>> De: Eduardo Scolnik <escol en indec.mecon.gov.ar>
>> Asunto: hay cansancio con el tema, pero hay demasiado en juego
>> Para: alumnos en dm.uba.ar, gabriel en ingtornado.com, "fgnz"
>> <fgnz en arnet.com.ar>, "Ana Cauerhff" <ACauerhff en leloir.org.ar>, "Emiliano
>> Moscato" <emoscato en dc.uba.ar>, "Basta Ya"
>> <bastaya.cansado en yahoo.com.ar>,
>> todosqb en qb.fcen.uba.ar, todos en qo.fcen.uba.ar, cable en de.fcen.uba.ar,
>> todos en biolo.bg.fcen.uba.ar, todos en at.fcen.uba.ar, todos en ce.fcen.uba.ar,
>> todos en q1.fcen.uba.ar, lcefiec en de.fcen.uba.ar, todos en gl.fcen.uba.ar,
>> alumnos en df.uba.ar, todos2 en at.fcen.uba..ar, allusers en iafe.uba.ar,
>> todos en tango.gl.fcen.uba.ar, todos en quimor.qo.fcen..uba.ar,
>> todos en ayelen.q3.fcen.uba.ar, docentes en iib.uba.ar, alumnos en dc.uba.ar,
>> todos en bl.fcen.uba.ar, todos en df.uba.ar, alumnos-fisica en lists.fcen.uba.ar,
>> cefiec en gruposyahoo.com.ar, todos en fbmc.fcen.uba.ar, docentes en dc.uba.ar,
>> todos en di.fcen.uba.ar, todos-dm en dm.uba.ar,
>> cefiec en decanato.de.fcen.uba.ar,
>> todos en ic.fcen.uba.ar, todos en qi.fcen.uba.ar, unidad en ce.fcen.uba.ar
>> Fecha: jueves, 29 de mayo de 2008, 5:50 pm
>> Chicos :
>> El artÃculo que incluyo me pareció sumamente interesante
>> y creo que vale la pena leerlo. FaltarÃa enfatizar lo
>> siguiente :
>> a)
>> Las diferencias entre la producción agraria y la
>> industrial.
>> b)
>> La necesidad de todos los paÃses, y no solamente de la
>> Argentina, de aislar el mercado interno del internacional.
>> c)
>> La diferencia entre renta y los beneficios derivados del
>> trabajo y la inversión de capital. ¿ Qué es apropiable
>> por nuestros gauchos
>> motorizados 4 x 4 y qué no ? ¿ Si sube 20 % el precio de
>> la soja en Chicago; eso se debe repartir en la sociedad o
>> ir a las cuentas de Grobocopatel ?
>>
>>
>> Por: Claudio Katz (especial para ARGENPRESS.info)
>> La pulseada por la renta
>> Fecha publicación: 20/05/2008
>>
>>
>> El prolongado conflicto entre el ruralismo y el gobierno ha
>> derivado en una agobiante pugna polÃtica. El primer bloque
>> busca acaparar la renta agraria a costa de la mayorÃa
>> popular y el oficialismo necesita exhibir autoridad, para
>> implantar un Pacto Social que favorezca al conjunto de los
>> capitalistas.
>>
>> Las acciones del denominado “campo†escalaron hasta
>> crear un clima ingobernable y sus lÃderes se han
>> envalentonado en las negociaciones. El gobierno reaccionó
>> con dureza, pero fracasó y quedó desconcertado. Sufrió
>> una erosión de electores y gobernadores, que lo indujo a
>> buscar una conciliación. Ahora parece inminente una nueva
>> tregua, pero si se logrará o no un acuerdo perdurable es
>> una incógnita. Lo único evidente es que el conflicto ha
>> erosionado la cohesión que mantuvieron las clases
>> dominantes durante los últimos cinco años.
>>
>> Causas y desencadenantes
>>
>> Los ruralistas salieron a las rutas para resistir un
>> sistema de retenciones móviles a la exportación de soja.
>> Pero cuestionan también los mecanismos de impuestos y
>> subsidios que determinan los precios de los alimentos.
>> Junto a la distribución de la renta se define cuánto
>> habrá que pagar por el pan, la leche o la carne.
>>
>> Cualquier concesión al ruralismo implicarÃa aproximar el
>> precio local de esos productos a su creciente cotización
>> mundial, agravando el encarecimiento de la canasta básica.
>> Este aumento tiende a revertir la disminución del Ãndice
>> de pobreza, que se ubicarÃa actualmente en un 30,3% luego
>> de haber tocado el piso de 26,9 % a medidos del 2006.
>>
>> El conflicto en curso forma parte de una vieja
>> confrontación que afectó a todos los gobiernos. Como los
>> voceros del “campo†se consideran propietarios de la
>> renta natural que generan los cultivos en Argentina han
>> chocado con todas las administraciones, que intentaron
>> equilibrar el reparto de ese ingreso.
>>
>> La acción ruralista ha reactualizado todos los mitos que
>> enaltecen a los dueños de la tierra. Se afirma que toda la
>> población “debe darle gracias al campoâ€, como si
>> conformaran el sector laborioso que sostiene al resto de la
>> sociedad. Suponen que la riqueza agraria es
>> improductivamente redistribuida fuera de ese ámbito,
>> mediante perversos sistemas de clientelismo estatal.
>>
>> En realidad ocurre todo lo contrario. La apropiación
>> privada de la renta (históricamente por los terratenientes
>> y actualmente por sus herederos capitalistas) ha sofocado el
>> desarrollo industrial, perpetuado una inserción primarizada
>> del paÃs en la división internacional del trabajo. Lo que
>> ha imposibilitado la prosperidad social es la ausencia de
>> medidas de nacionalización directa o indirecta (por vÃa
>> impositiva) de ese recurso.
>>
>> La causa inmediata del conflicto ha sido la probable
>> reducción de los grandes beneficios que obtuvieron los
>> ruralistas en los últimos años, como se comprueba en el
>> precio de la tierra o en cualquier otro Ãndice de las
>> ganancias del sector. (1)
>>
>> Aunque persiste una favorable coyuntura comercial
>> internacional, en el panorama económico local se avizoran
>> fuertes turbulencias. Los beneficios fáciles que siguieron
>> a la hiper-devaluación se han extinguido, junto al
>> agotamiento de la transferencia regresiva de ingresos. Se
>> han disipado tanto la capacidad ociosa, como los salarios
>> formales abaratados y el consumo demorado que predominaron
>> entre el 2002 y el 2007. En un escenario más difÃcil
>> todos reclaman una tajada de la renta agraria. Los
>> ruralistas porque la consideran propia y el gobierno porque
>> debe afrontar crecientes gastos para sostener un modelo de
>> subsidios a los capitalistas de la industria y los
>> servicios.
>>
>> La república sojera
>>
>> Varias semanas de conflicto han permitido conocer las
>> trasformaciones agrarias que impuso la reconversión a la
>> soja. Todo el bloque ruralista participa del modelo que
>> desplazó a los cereales y generalizó un monocultivo, que
>> amenaza la soberanÃa alimenticia, encarece el resto de los
>> productos y contamina el medio ambiente. Esta
>> transformación ha provocado, además, una mayor
>> concentración de la propiedad. Solo el 20 % de los
>> productores controlan el 80% de circuito de la soja. (2)
>>
>> Tres grandes sectores controlan la elevada rentabilidad que
>> genera esa oleaginosa. En primer lugar, los contratistas
>> (“Pool de siembraâ€) que se nutren de fondos de
>> inversión y operan en gran escala sobre las tierras
>> arrendadas. Grobocopatel, por ejemplo, es solo propietario
>> del 10% de las 150.000 hectáreas que explota.
>>
>> Los proveedores de agroquÃmicos (Monsanto, Dupont, Bayer)
>> conforman el segundo grupo de beneficiarios. Acaparan
>> lucros mediante la fuerte dependencia que tiene la
>> producción de soja de las nuevas semillas y fertilizantes.
>> El tercer sector que se enriquece aceleradamente está
>> constituido por cinco grandes compañÃas exportadoras, que
>> manejan el 90 % de las ventas, con beneficios corrientes que
>> superan ampliamente los 1.000-1.500 millones de dólares
>> disputados con la introducción de las retenciones
>> móviles.
>>
>> En esa cadena de comercialización -que principalmente
>> controlan Cargill, Bunge, Dreyfus, Nidera y Aceitera
>> General Deheza (AGD)- se procesan los principales
>> beneficios de la soja. El cultivo es manejado desde la
>> tranquera hasta el barco por un enjambre privado de
>> acopiadores, puertos y molinos. De esa actividad participan
>> también los agro-financistas, que operan mediante compras y
>> ventas a futuro, a través de acciones especulativas que
>> podrÃan ser afectadas por las retenciones móviles, si
>> establecen un diagrama más previsible de evolución de los
>> precios.
>>
>> Ninguna voz del bloque ruralistas ha cuestionado este
>> circuito capitalistas. Despotrican contra las regulaciones
>> oficiales, pero no han dicho una sola palabra contra los
>> mayores dueños de este negocio.
>>
>> El sostén oficial
>>
>> Tampoco el gobierno menciona a los grandes grupos de la
>> soja, ya que mantiene una excelente relación con sus
>> cúpulas, especialmente con UrquÃa (AGD), Grobocopatel,
>> Elsztain y el clan Werthein. El modelo en curso ha sido
>> intensamente apadrinado desde el ámbito oficial y ninguna
>> medida que improvisaron los Kirchner para resolver la
>> actual disputa ha rozado los intereses de sus aliados. A lo
>> sumo evalúan ahora la formación de nuevos organismos para
>> “conocer la realidad del sectorâ€, pero sin introducir
>> gravámenes significativos.
>>
>> Los ministros -que despliegan discursos demagógicos en
>> defensa del pequeño productor- han destinado durante cinco
>> años, el grueso de los reintegros (formalmente dirigidos a
>> ese sector), a subsidiar a las industrias alimenticias más
>> concentradas. Este conglomerado acaparó, por ejemplo, los
>> 473 millones de dólares de compensaciones aprobadas
>> durante el 2007 y como no existe ningún registro de
>> productores de soja es un misterio como se revertirÃan
>> esos privilegios. Para caracterizar quiénes son los amigos
>> del gobierno basta con recordar la cobranza mÃnima del
>> impuesto inmobiliario, la falta de actualización de este
>> gravamen (en función de la valorización de los campos) o
>> el visto bueno oficial al incumplimiento de los pagos de
>> seguridad social.
>>
>> Todas las preocupaciones gubernamentales se han concentrado
>> en las retenciones, ya que al igual que el IVA este impuesto
>> se recauda fácilmente y no se coparticipa con las
>> provincias. Su recolección apunta en la actualidad a
>> engrosar la caja, no solo para sostener los auxilios a los
>> empresarios, sino especialmente para afrontar un
>> encarecimiento de los pagos de deuda externa.
>>
>> Algunos defensores del gobierno elogian por sà mismas a
>> las retenciones, omitiendo que capturan una parte de la
>> renta, sin redistribuirla (3). Quiénes afirman que la
>> iniciativa oficial sólo falló en sus tiempos y formas de
>> presentación, ocultan la utilización regresiva de un
>> impuesto, que no ha servido para mejorar sustancialmente el
>> nivel de vida popular. Un mecanismo regulador -que resulta
>> indispensable para divorciar los precios internacionales de
>> los locales- ha sido principalmente utilizado por el
>> gobierno a favor de los poderosos.
>>
>> Productores y explotadores
>>
>> El conflicto ha ilustrado cuán obsoleto ha quedado el
>> retrato clásico del campo argentino, como un paisaje de
>> latifundios improductivos y chacareros-minifundistas. Pero
>> en el nuevo contexto se ha instalado la falsa imagen del
>> pequeño productor agrario como una clase media
>> empobrecida. El ingreso de este grupo es reducido en
>> comparación con los grandes capitalistas del sector, pero
>> no conforman un segmento agobiado por la miseria.
>>
>> Un productor chico de la región pampeana con una propiedad
>> de cien hectáreas (es decir una extensión minúscula para
>> la zona) obtiene una renta mensual de 10 mil pesos y en
>> menos de un año su propiedad territorial se ha valorizado
>> en un 50%. (4). Esta ubicación social en gran medida
>> explica por qué la Federación Agraria (FAA) actúa en
>> bloque con la Sociedad Rural.
>>
>> Mantienen una sólida alianza con la entidad tradicional de
>> los millonarios y proponen en común la eliminación de las
>> retenciones móviles. Ni a Buzzi, ni a De Angeli se le ha
>> escapado una sola palabra contra el establishment agrario y
>> han cajoneado los antiguos reclamos de regulación estatal
>> de los cereales y la carne.
>>
>> Para justificar este giro han recurrido a dos planteos. Por
>> un lado afirman que “el gobierno no los atendió†y
>> debieron “actuar con las otras entidadesâ€. Pero olvidan
>> que también podrÃan haber intentado un programa de
>> alianzas con los trabajadores.
>>
>> Por otra parte subrayan que “las bases nos han pedido una
>> acción coordinadaâ€. Pero si esa demanda es cierta,
>> ilustra cuál es el perfil social de sus asociados, que se
>> sienten a gusto actuando con la Sociedad Rural. Quiénes
>> efectivamente soportan el endeudamiento y la expoliación
>> en el heterogéneo universo agrario han quedado sometidos a
>> este manejo pro-capitalista de la Federación Agraria.
>>
>> Esta actitud tiene antecedentes en las divergencias que
>> enfrentaron en los años 70 a la FAA con las Ligas Agrarias
>> y en la actualidad se manifiesta en la distancia que esa
>> organización mantiene con agrupaciones de los
>> desposeÃdos, como el MOCASE o el Movimiento Nacional
>> Campesino Independiente.
>>
>> Estas agrupaciones canalizan las demandas de sectores
>> realmente oprimidos. Expresan, por ejemplo, a las 300 mil
>> familias campesinas desalojadas de sus tierras en últimos
>> 10 años por avance de la soja. También representan a los
>> 220 mil pequeños productores de regiones no centrales, que
>> son vÃctimas de la expansión de un cultivo que ya provocó
>> el desmonte de 1,1 millón de hectáreas. (5)
>>
>> Pero el sector más invisible que aglutina a los explotados
>> del sector está conformado por 1,3 millones de peones
>> rurales. El 75% de ellos trabaja en negro y percibe un
>> sueldo promedio de 600 pesos, soporta el mayor porcentaje
>> nacional de accidentes laborales y carece de protección
>> social. Este segmento - no ha recibido ningún goteo de la
>> bonanza exportadora y su total ausencia durante el
>> conflicto confirma el carácter pro-capitalista de las
>> demandas en juego.
>>
>> La acción que convulsiona al campo es un lock out y no una
>> rebelión de oprimidos. Se ha desenvuelto como una acción
>> patronal, con cortes de rutas que coexisten con la
>> continuidad de la actividad laboral tranqueras adentro. Sus
>> protagonistas retraen productos de la venta y especulan con
>> el momento oportuno de comercializar los granos o hacienda.
>> Se guÃan por cálculos de mercado y no por criterios de
>> rebelión popular.
>>
>> Aquà radica la diferencia abismal con el levantamiento del
>> 2001. Quiénes actúan en el agro no son desempleados, ni
>> luchan por subsistir y quiénes aún cacerolean a su favor
>> en las grandes urbes forman parte de la clase alta. Los
>> mensajes del 2001 eran inclusivos y los actuales son
>> excluyentes. En ese momento los pequeños ahorristas se
>> movilizaban contra los bancos, mientras que ahora la clase
>> media rural actúa ajunto a los poderosos.
>>
>> Reacciones y comparaciones
>>
>> La derecha se ha montado en el conflicto para reforzar el
>> polo polÃtico que construye desde el triunfo de Macri en
>> Capital Federal. No solo retoman el discurso neoliberal,
>> sino que han resucitado también posturas gorilas que
>> parecÃan extinguidas. No ha faltado la tónica racista que
>> enaltece el gringo europeo de las colonias frente a los
>> cabecitas negros del interior. Con esta diferencia de piel
>> reavivan el rechazo oligárquico al “aluvión
>> zoológico†que advirtieron en los años 50 y se han
>> ganado el favor de los medios de comunicación, que
>> denigran a los piqueteros pero reivindican a los
>> participantes en tractorazos.
>>
>> Por su parte, el gobierno optó por reforzar su repliegue
>> hacia la burocracia sindical y el aparato justicialista,
>> que Kirchner intenta alinear desde Puerto Madero. Supone
>> que podrá contrarrestar con este sostén el fracaso del
>> proyecto transversal y la pérdida de apoyo entre las
>> clases medias. Pero hasta ahora solo logró reactivar a las
>> patotas de la construcción y camioneros, que ya repitieron
>> el matonaje ensayado en San Vicente.
>>
>> El gran escollo de la polÃtica oficial radica en que el
>> peronismo está agotado como movimiento popular. Conforma
>> una estructura para administrar el estado, pero que ya no
>> entusiasma a nadie. Por esta razón las marchas oficiales
>> son operativos rigurosamente manejados desde arriba. El
>> complemento de acciones contestatarias que aporta D´Elia
>> también carece de acompañamiento popular. Son iniciativas
>> mayoritariamente percibidas como maniobras monitoreadas
>> desde la Casa Rosada.
>>
>> Por momentos el choque polÃtico entre el gobierno y la
>> derecha parece resucitar una vieja polarización entre el
>> peronismo y el antiperonismo, pero esta confrontación
>> presenta tintes más culturales que polÃticos y es poco
>> probable que renazca como un conflicto significativo.
>>
>> En cualquier caso, lo importante es evitar las falsas
>> analogÃas, que algunos establecen entre la disputa con el
>> agro y las confrontaciones que se libran en Venezuela o
>> Bolivia. A diferencia de Evo y Chávez, los Kirchner han
>> establecido una alianza con el establishment, no colisionan
>> con el imperialismo norteamericano, no chocan con las clases
>> dominantes, ni ha puesto en juego demandas populares.
>>
>> Como su gobierno tampoco es nacionalista, ni ha introducido
>> reformas sociales, es falso asemejar el conflicto actual con
>> el marco que rodeó al primer peronismo. Por otra parte,
>> salta a la vista que la amenaza golpista solo existe para
>> un discurso de ocasión. No hay fuerzas armadas, ni
>> sectores del establishment interesados en que Cristina
>> termine como Isabelita.
>>
>> Posturas y programas
>>
>> La izquierda ha intervenido en el conflicto con una
>> variedad de posiciones, que ha cubierto todo el espectro de
>> alternativas posibles. La postura más inadmisible es el
>> sostén el lock out patronal en defensa de un “pequeño
>> productorâ€, como si perdurara un escenario de pequeños
>> chacareros enfrentados con los latifundistas. Este supuesto
>> se inspira en una fotografÃa congelada del pasado.
>>
>> Por otra parte, la idealización de cualquier lucha con
>> perfiles de auto-convocatoria ha conducido a perder la
>> brújula, en la caracterización de los protagonistas y las
>> peticiones en debate. Esta ceguera se alimenta de una falsa
>> analogÃa con las cacerolas del 2001 y en el
>> desconocimiento del papel reaccionario que pueden adoptar
>> (en algunas circunstancias) las movilizaciones de la clase
>> media (como ocurrió con los camioneros de Chile bajo
>> Allende o con los estudiantes de Venezuela en la
>> actualidad).
>>
>> La incapacidad para registrar los conflictos de Kirchner
>> con la derecha y la obsesión por ubicar al gobierno como
>> enemigo principal conduce a compartir los espectros
>> mediáticos y las acciones prácticas con figuras de la
>> reacción.
>>
>> Un error simétrico se verifica entre quiénes apoyan al
>> gobierno, aceptando el argumento de la escalada golpista
>> (denunciada como una “acción destituyenteâ€). En este
>> caso se focalizan las crÃticas en los ruralistas y en los
>> medios de comunicación, omitiendo denunciar la evidente
>> complicidad de los Kirchner con las corporaciones de la
>> soja. Se presenta al gobierno como una vÃctima, olvidando
>> que ha sido artÃfice de la polÃtica agraria regresiva que
>> precipitó el conflicto.
>>
>> Es evidente que ningún argumento tradicional para aprobar
>> al oficialismo (“mal menorâ€, “adversidad de la
>> correlación de fuerzasâ€, “peligro de un retorno
>> neoliberalâ€) alcanza para disimular la connivencia
>> oficial con el capitalismo sojero. A pesar de esta
>> evidencia, el resurgimiento de la derecha impulsa a algunos
>> intelectuales a participar de una segunda oleada de
>> cooptación kirchnerista.
>>
>> La creencia que se debe tomar posición a favor de los
>> ruralistas o el gobierno plantea una disyuntiva
>> completamente falsa. Resulta perfectamente posible
>> denunciar el lock out, sin apoyar al oficialismo y es
>> conveniente explicar por que razón las retenciones son
>> necesarias con modalidades muy distintas a su
>> instrumentación actual.
>>
>> Hay otro camino para superar la crisis con programas
>> alternativos, que han sido ya formulados por varias
>> corrientes e intelectuales de izquierda. El punto de
>> partida es un plan agrario para frenar la omnipresencia de
>> la soja, recuperar la diversidad de cultivos, asegurar la
>> soberanÃa alimenticia y facilitar la baratura de lo
>> alimentos.
>>
>> Pero el papel regulador del estado no puede limitarse a una
>> administración de retenciones diferenciadas, regionalizadas
>> y coparticipables. Esta intervención debe apuntar al
>> control integral del circuito de producción y
>> comercialización agraria por medio del monopolio estatal
>> del comercio exterior y la nacionalización de las grandes
>> corporaciones de exportadores, comercializadores y pools de
>> siembra. Esta transformación deberÃa ser acompañada por
>> una modificación radical de la propiedad en el campo,
>> introduciendo impuestos progresivos y erradicando las
>> condiciones de explotación del trabajador rural. Lo
>> inmediato es derogar la ley de dictadura que rige las
>> actividades de este sector
>>
>> Pero no alcanza con enunciar un paquete de medidas
>> formalmente correcto si no encuentra la manera de
>> difundirlo en forma apropiada, estableciendo vÃnculos con
>> el conflicto real que opone a los ruralistas con el
>> gobierno. La tentación abstencionista de declararse al
>> margen de este choque puede convertir al mejor programa en
>> un papel carente de influencia. No basta acertar con la
>> respuesta. También hay saber exponerla, buscando conformar
>> una tercera opción, en un momento de fatiga de la
>> población con las maniobras ruralistas y las contramarchas
>> oficiales.
>>
>> El panorama actual podrÃa cambiar si un programa popular
>> de transformación del agro empalma con la reactivación de
>> la protesta social. Hay un nuevo dato a favor de esta
>> confluencia. El conflicto rural le ha otorgado
>> legitimación por arriba a la acción directa, ya que esta
>> vez los artÃfices del piquete no fueron los desocupados,
>> los estudiantes, los obreros o los ambientalistas, sino los
>> propios beneficiarios del modelo. Este elemento puede
>> favorecer el desarrollo de una próxima oleada de
>> movilizaciones sociales.
>>
>> Notas:
>>
>> 1) El precio de la hectárea en Pergamino se elevó 132%
>> entre el 2003 y el 2007 y las cotizaciones en la Pampa
>> Húmeda superan a sus equivalentes de Estados Unidos. En
>> zona triguera el precio de la tierra es cuatro veces y
>> media superior al vigente en 1995, dos veces y media, el
>> promedio de los últimos 10 años y casi el doble de la
>> época de Lavagna. Como resultado directo de la
>> devaluación se consumaron aumentos de precios para los
>> productos agrÃcolas, que desde 2005 oscilan entre 80% 30%
>> y15% (maÃz, trigo y soja). La renta agraria obtenida sólo
>> durante la campaña 2003-04 equivale a la obtenida en entre
>> 1992 y 1996 y es más del doble de la conseguida entre
>> 1997-2001. (Página 12, 14-7-07, 6-4-08, 5-8-07, 6-8-07)
>>
>> 2) En las últimas cosechas la soja ya ocupó el 60 % de la
>> tierra sembrada. Desplazó al trigo, al girasol y generó
>> una caÃda del arroz, la avena y el centeno, afectando
>> también a la fruticultura y horticultura. Como se siembra
>> el tipo RR con glifosato su impacto sobre la contaminación
>> ha sido reiteradamente denunciada por los especialistas. El
>> tamaño medio de las explotaciones agropecuarias pasó de
>> 469 hectáreas (1988) a 588 (2002) en un cálculo que
>> subestima el nivel de concentración, ya que los mismos
>> propietarios poseen más de una unidad (Página 12, 6-4-08,
>> 20-4-08).
>>
>> 3) Es el caso de Humberto Tumini: “Los aciertos y los
>> erroresâ€, Página 12, 6-4-08.
>>
>> 4) Página 12, 12-5-08.
>>
>> 5) Diversas informaciones sobre esta realidad han sido
>> expuestas en las últimas semanas por artÃculos aparecidos
>> en Página 12 (11-4-04, 25-4-08, 17-4-08).
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