[Todos] Los subsidios de la investigacion (11)
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Dom Jun 21 22:08:33 ART 2009
Subsidios en el Conicet y la Agencia de Promoción Científica
UNA DENUNCIA DE CORRUPCION GOLPEA A BARAÑAO Y EL MUNDO CIENTIFICO
Un investigador del Conicet denuncia la manipulación de subsidios entre la
Agencia de Promoción Científica, que presidía el hoy ministro, y ese
centro científico. Entre ambas cúpulas se distribuyeron, a dedo, cerca de
650 millones en 10 años. En exclusiva, las cartas a Kirchner y todas las
denuncias. Habla el denunciante con LPO y entrega los detalles del caso.
Por Nicolás Fiorentino | 19.06.2009 19:02:00
Un círculo perfecto. Eso armaron, según la denuncia de un investigador del
Conicet que, entre las autoridades de ese centro de investigación y la
Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, que presidía hasta
asumir como ministro Lino Barañao, entre funcionarios de ambas entidades y
otras más del mundo científico.
El plan era para beneficiarse durante años con una red de subsidios
manejados a dedo. Lo que el propio denunciante llamó “El Círculo de
Corrupción en Ciencia y Técnica” o la “Cadena de Felicidad de la Ciencia
Argentina”.
El responsable de esta denuncia es Eduardo Saguier, un investigador del
Conicet con muchos años de carrera, quien desde hace tiempo camina
distintos despachos con la información sin que nadie profundice el asunto.
La información, es el listado de funcionarios integrantes o ligados a las
cúpulas del mundo científico con las cifras que recibieron en subsidios.
Los subsidios que ellos mismos debían controlar y adjudicar.
La denuncia de Saguier es clara. Según explica, en diez años -desde 1997
al 2007- se repartieron de forma irregular 650 millones de pesos –enviados
por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)- en subsidios para
incentivos y promoción científica, los cuáles fueron entregados y
repartidos mediante acuerdos entre las mismas autoridades responsables de
la entrega. Y destaca que “los subsidios se engrosaron notablemente desde
2003 en adelante”.
“En la Agencia Nacional para la Promoción Científico-Tecnológica,
dependiente de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Nación (SECYT),
presidida entonces por Barañao, los Coordinadores de Área Jorge Jorrat,
Marcelo Cabada, Eduardo Arzt, y Jaime Cerda, se adjudicaron a sí mismos
sendos subsidios”, denuncia.
Saguier, de 66 años y con estudios y doctorado en Estados Unidos, posee
listas de beneficiarios –a las que accedió La Política Online- que
incluyen a “60 miembros de las comisiones asesoras del Conicet”, con
subsidios en el orden de los 210.000 pesos –“siete percibieron la suma de
$2.846.105, a un promedio de $406.586 cada uno”, aclara-; 3 miembros del
directorio del Conicet; 50 coordinadores de la Agencia percibieron
$3.662.000, a un promedio de $457.750 per cápita; en la Coneau (Comisión
Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria), dos miembros de su
Directorio (Villanueva y Krotsch) percibieron de la Agencia la suma de
$275.354, a un promedio de $138.000 c/u; en las secretarías de Ciencia y
Técnica de 6 Universidades Nacionales (Tucumán, Córdoba, Rosario, Sur,
MdP, UBA), sus respectivos Secretarios percibieron subsidios de la
Agencia. Y la cuenta sigue, afectando a otras entidades también –ver
archivo adjunto “Las listas completas”-.
En un texto donde responde a esta denuncia, el propio Barañao admite que
coordinadores de la Agencia cobran subsidios y hasta nombra el "potencial
conflicto de intereses" que puede provocar este asunto. "La opción actual
es la que se ha considerado más conveniente para optimizar la función
fundamental de la Agencia que es asignar fondos sobre la base de la
calidad y pertinencia de los proyectos. El prohibir la presentación de
proyectos a los coordinadores implicaría entonces una limitación altamente
significativa en la idoneidad de los recursos humanos involucrados en el
proceso de evaluación con la considerable pérdida de calidad en dicho
proceso", afirma el ministro elegido por Cristina Kirchner.
La incompatibilidad de estos beneficios reside en que todas las entidades
y funcionarios que integran este círculo de beneficencia están
estrechamente ligados entre sí. Según Saguier, con lo admitido por
Barañao, "se viola el artículo 13 de la Ley de Ética Pública".
Por citar sólo un caso: La Agencia supervisa “las categorizaciones de los
incentivos que distribuye la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU)
–la que distribuye los incentivos a los docentes-investigadores de las
Universidades Nacionales y categoriza a los mismos e, indirectamente, las
acreditaciones de los programas de Maestría y Doctorado de la CONEAU. Ese
vínculo se traduce entre todos los integrantes de esta denuncia. “Son como
primos hermanos, más hermanos que primos, pues los une un estrecho aire de
familia, dado que percibieron subsidios del mismo padrino-antecesor: la
Agencia y el Ministro de Ciencia y Técnica”, explica el denunciante.
La Agencia de Barañao
El origen de la Agencia Nacional para la Promoción Científico-Tecnológica,
la cual presidió Barañao de 2003 al 2007 hasta pasar al cargo de ministro
de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva, supuestamente obedeció a la
necesidad de despojar al Conicet de los fondos con que subsidiaba a sus
propios Investigadores de Carrera, so pretexto de que no podía ser juez y
parte interesada en la distribución de dichos subsidios. Pero la cosa, en
diez años, de desmadró.
Así lo explica el investigador Saguier en uno de sus textos: “Los cargos
de Coordinador de Área de la Agencia, siguiendo la Ley del Toma y Daca,
preceden, acompañan o sobrevienen al subsidio. Los Coordinadores de Área,
cuya responsabilidad es la de asignar los evaluadores de cada proyecto (de
identidad confidencial), son designados por el Directorio de la Agencia.
La Agencia subsidia a ciertos y determinados Investigadores del CONICET y
en reciprocidad el Directorio del CONICET designa a estos coordinadores en
sus múltiples Comisiones y mediante su propia Junta de Calificaciones los
asciende en la carrera científica”.
En síntesis: según el relato, los directivos del Conicet y la Agencia
designaban qué investigadores eran subsidiados y el directorio del centro
científico elegía coordinadores de la Agencia, quienes también cobraban
subsidios u obtenían ascensos.
“Este plan mafioso tampoco hubiera sido posible sin la complicidad de
numerosas autoridades, como todo el staff de la Secretaría de Ciencia y
Técnica de la Nación así como todos los funcionarios de las Secretarías de
Ciencia y Técnica de las diferentes Universidades Nacionales, las cuales
han tenido mediante las categorizaciones de los denominados Incentivos
parte intrínseca en el plan”, redondea sin anestesia Saguier.
A su vez, la denuncia habla de la “complicidad” del Comité de Ética en
Ciencia y Tecnología (CECTE), donde aparece la incompatibilidad “entre ser
candidato a subsidios y detentar un cargo directivo”, explica Saguier,
quien a su vez destaca que “el caso de los Secretarios de Ciencia y
Técnica de las Universidades Nacionales, que percibieron subsidios de la
Agencia (Campi, León, Colantonio, Aquilano, Bottasso, Agamennoni,
Manzini), es particularmente indignante porque ellos mismos han tenido la
responsabilidad de controlar la rendición de cuentas de los colegas de su
propia universidad que percibieron subsidios”.
Subsidios incontrolables
La denuncia de Saguier tiene origen en el transcurso de 2003 en Pol-Cien,
una lista de discusión electrónica, integrada por científicos, la mayoría
del Conicet y Ciencias Exactas. En ese año, se juntaron firmas para
enviarle un escrito al recién electo presidente Néstor Kirchner, pero tras
un problema con firmas truchadas, muchos científicos negaron su firma y
Saguier terminó redactando y firmando el texto en soledad.
En 2004, sugestivamente, le rechazan su informe bianual como investigador
del Conicet, algo que normalmente es un mero trámite. Saguier lo tomó como
una intimidación a su investigación paralela por los subsidios en la
ciencia. Dos años después le pasó lo mismo, donde se complicó aún más. “Si
te rechazan dos informes consecutivos quedás cesante. Ahí fue que me
decidí a hacer la denuncia penal”, explicó.
Mientras investigaba, Saguier notó una situación extraña. “Me metía en la
página de la Agencia y en ningún lugar publicaban la nómina de
beneficiados con subsidios. Por contactos, conseguí una lista y luego uno
de los beneficiados, disconforme, me pasó 4 listas más. Empecé a cruzar
nombres y descubrí que coordinadores de la Agencia e integrantes del
directorio del Conicet y la Coneau cobraban miles de pesos en subsidios”,
contó a este medio.
Escribió varias cartas dirigidas a Kirchner –ver aparte-, donde entregaba
información detallada de las maniobras que había con los subsidios en la
ciencia. En una de ellas, la primera de 2003, explicaba que “cuando se le
solicitó al Dr. Barañao que suspendiera el llamado para el otorgamiento de
subsidios de investigación -semejantes a sobornos para mantener
agradecida, callada y dividida a la comunidad científica- el mencionado
funcionario hizo oídos sordos al justo reclamo”.
Allí mismo, le relataba: “Con relación a los subsidios de investigación
arriba mencionados, las reglamentaciones del ANPCYT -que figuran en el
sitio electrónico respectivo-- nada dicen respecto a los límites en el
número y reiteración de las presentaciones y en los montos asignados. Han
existido los mismos beneficiarios en llamados consecutivos y una extrema
desigualdad en los montos distribuidos”.
Obviamente, nunca obtuvo respuestas.
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(PUBLICADO POR EL DIARIO DIGITAL LA POLITICA ON LINE)
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