[Todos] Una discusión importante
Belén Andrada
beluand en gmail.com
Jue Mayo 20 20:26:42 ART 2010
---------- Mensaje reenviado ----------
De: Ignacio Ojea <ignaojea en gmail.com>
Fecha: 20 de mayo de 2010 15:11
Asunto: Una discusión importante
Para:
En estos días sostuve una polémica (que no considero terminada), con Marcelo
Salierno, consejero directivo por graduados. Lamentablemente, ninguno de los
dos tiene acceso a las cuentas de la mayor parte de los departamentos, con
lo cual queda limitado el acceso a la discusión de muchísimas personas. Sé
que son mails largos, pero se trata de un intercambio medido, en el que se
discuten argumentos y no simples chicanas, acerca de un tema que considero
de suma importancia para la facultad. Por eso me animo a enviarles una
copia, con la esperanza de que ustedes puedan reenviarlo a las cuentas
generales de los departamentos que no les reboten, y difundir una discusión
que considero valiosa y a la que, así, podrían también sumarse más voces.
Copio abajo la secuencia de mails, empezando por mi respuesta al mail que
Marcelo Salierno le escribió a Diana Rubel.
Saludos y gracias,
Igna.
Marcelo:
Algunas observaciones (que ya hice en otros mails, sin obtener respuesta):
En primer lugar, te recuerdo que la mayor parte de los argumentos en contra
de las acreditaciones es general. El propio fallo del Juez Marinelli que
declara inconstitucionales los artículos de la LES referidos a la
acreditación es general: no habla de la carrera de Química, ni de ningún
otra. Por el contrario, establece que el mecanismo de la acreditación en sí
es inconstitucional. El planteo de la UBA que dió origen a este fallo fue
también general. Si tenemos en cuenta que el 53% de los votantes puso NO, en
TODOS los casilleros de la pregunta 6, salta a la vista que la mayor parte
la comunidad discrepa con tu criterio y considera que, en efecto, la forma
de interpretar las acreditaciones debe ser general: por sí o por no. Un
mínimo de honestidad intelectual debería llevarte a reconocer que los
argumentos generales existen y son sostenidos por la mayoría incontrastable
de la comunidad (y no sólo por los miembros de las agrupaciones políticas
opositoras). Además, estos planteos generales no son nuevos, sino que
constituyen una posición histórica de la comunidad universitaria (desde
1918). La propia UBA, como institución, los sostuvo inmediatamente luego de
la promulgación de la LES, recurriendo a la justicia en defensa de la
autonomía universitaria, que es lo que realmente está en juego aquí.
Esta mayoría innegable que resulta de la consulta, tiene densidad suficiente
y justificación histórica: no es una mayoría circunstancial como lo son en
general las que determinan las composiciones coyunturales de los consejos.
Acreditar, aunque sea una única carrera, implica aceptar la legitimidad de
la CONEAU, pasando por alto no sólo la defensa histórica de la autonomía,
sino también y particularmente la defensa puntual de esa autonomía expresada
en el 53% de la comunidad que votó NO a TODAS las acreditaciones.
Retornando a los simples números, cabe remarcar que, tomando pregunta por
pregunta, el porcentaje por el NO es siempre mayor que el 57%, mientras que
el SÍ nunca supera el 18%.
Decís que hay "carreras donde en la consulta sumando todos los claustros,
dan luz verde para que se acredite". Tu uso del plural es un abuso del
lenguaje. Esto sucede en un único caso: la votación de la carrera de Química
sobre la acreditación de Química. Allí, los estudiantes (principales
interesados, dado que serán los que, de acreditarse, cursarán la carrera
sometida al control de la CONEAU), votaron mayoritariamente por el NO: 314
por el NO, 249 por el SÍ. En graduados 125 por el SÍ, 35 por el NO. En
profesores 64 por el SÍ, 6 por el NO. Sumados, dan 70 votos de diferencia a
favor del SÍ. En el total, los votos por el NO superan en 2318 a los del SÍ.
En un mail anterior demostré que, dados estos números, basarse en ese caso
singular para acreditar la carrera de Química no implica "darle un mayor
peso" a los votantes de Química, sino directamente ignorar por completo al
resto de la comunidad. Si esto va a ser así, pregunto: ¿Para qué se organizó
una consulta obligatoria? ¿para qué votamos las más de 3800 personas que no
somos ni de Química ni de Geología ni de Computación si nuestro voto no iba
a ser tomado en cuenta?
Al organizar una consulta, de caracter obligatorio para toda la facultad, el
CD reconoció en las acreditaciones un tema polémico y complejo sobre el que
era necesario consultar de forma específica y extraordinaria a TODA la
comunidad. Lo cual nos lleva otra vez a la misma pregunta: ¿si la opinión de
la ENORME mayoría de la comunidad iba a ser ignorada, para qué se organizó
la consulta?
Ignacio Ojea, DM - FCEN - UBA.
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Hola Ignacio,
La consulta se realizo a todos porque hay gente que quiere tomar el criterio
general de toda la facultad para votar a favor o en contra de las
acreditaciones de carreras y otras personas que opinan que debe ser por
carrera, dentro de nuestra lista incluso hay gente que opina distinto. Pero
la consulta en base a esa discrepancia debía hacerse a toda la comunidad, no
emitiste una opinión que no va a servir, seguro que va a servir por lo menos
dentro de nuestra agrupación cuenta. Nosotros todos, no lo vemos de la misma
manera y ahi esta principalmente para SUMATORIA el meollo del debate.
Una cosa mas, cuando hablaba de carreras incluia las de postgrado.
Saludos
M.
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Marcelo:
En tu respuesta volvés a hacer oídos sordos a los argumentos de caracter
general que implican una oposición al mecanismo de acreditación en sí. Las
acreditaciones constituyen una violación de la autonomía universitaria. Y
esta no es una simple opinión. Es un hecho, respaldado por el fallo del Juez
Marinelli frente al recurso de amparo presentado por la propia UBA. La
defensa de la autonomía universitaria ha sido una de las banderas de la
universidad pública desde la Reforma de 1918.
En la experiencia histórica argentina la Reforma del 18 es fundante de la
universidad pública tal como la conocemos. Su ejemplo fue gravitante en toda
Latinoamérica y el mundo. Lo mejor que ha dado nuestra universidad pública,
no sólo para el mundo del saber y la ciencia sino también para nuestra
sociedad, se debió al espíritu siempre vigente de la Reforma; la que nunca
logró sus objetivos plenamente porque siempre debió batirse contra los
intentos de la contrarreforma, fundamentalmente como consecuencia de los
golpes militares, pero también durante gobiernos civiles.
Los pilares fundamentales de la Reforma, por lo menos los más destacables,
son:
-Autonomía Universitaria
-Cogobierno
-Libertad de Cátedra.
Estas son al mismo tiempo, las vallas últimas que permiten preservar el
espíritu de la Reforma. La pretensión de que la universidad pública, QUE YA
FORMA PARTE DEL ESTADO tal como es, deba acreditar sus carreras frente a un
organismo extraño al mundo académico cuya idoneidad no es posible conocer a
priori, ni está sujeto a ninguna evaluación académica, no sólo atenta contra
la autonomía universitaria sino también contra la libertad de cátedra, y el
cogobierno. La universidad pública, en tanto parte del Estado, ha sido quien
históricamente al mismo tiempo evaluó la calidad de sus carreras.
Seguramente la estrecha vinculación que ha existido entre el Ministerio
Nacional de Educación y la universidad pública constituyeron el núcleo por
medio del cual se logró este cometido.
Sobre este punto el resultado de la consulta es más que elocuente: en la
pregunta "¿Quién debería establecer los contenidos mínimos que deben cumplir
las carreras de interés público?", la opción más votada fue "Las propias
universidades", con el 35%, secundada por "El Ministerio de Educación con
acuerdo de las universidades", con el 27%, lo que redondea un total del 62%.
Queda claro que ambas opciones le niegan intervención a la CONEAU (y a las
consabidas acreditaciones) y son, en esencia, dos versiones de una misma
filosofía.
Decís que en el CD, y en particular dentro de tu agrupación, hay opiniones
diversas y distintos modos de interpretar la cuestión. Sin embargo, la
mayoría de la comunidad considera el tema como un bloque y contesta que NO a
TODAS las acreditaciones.
Decís que mi voto será tenido en cuenta. No es mi voto personal el que me
preocupa, sino el de la comunidad en su conjunto.
Reitero: el 53% de la comunidad votó que NO a todas las acreditaciones,
rechazándolas en bloque, y no sólo en particular. Y el 62% considera que es
la Universidad, sola o en entendimiento con el Ministerio de Educación,
quien debe fijar los contenidos mínimos de las carreras.
Acreditar una única carrera implica desoir a la mayoría incontrastable de la
comunidad, y es también el camino a la contrarreforma. E insisto, a riesgo
se ser reiterativo, la comunidad de la facultad en su conjunto se expresó en
clara mayoría por la preservación del espíritu de la Reforma, diciéndole NO
al intento de la contrarreforma. Sólo resta que ustedes le hagan honor a
esta voluntad tan claramente expresada.
Ignacio Ojea.
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Ignacio,
entiendo tu opinion sobre las acreditaciones, yo estaria de acuerdo en hacer
un plan de lucha anti LES, que no es solo dejar de acreditar nuestras
carreras de grado y postgrado sino armar instancias de debate sobre una
nueva normativa y medidas de fuerza como cierre de facultad con clases
afuera, etc.
Pero no comparto que la acreditacion sea una violacion de la autonomia,
podemos hablar horas de autonomia universitaria y quizas nunca lleguemos a
un acuerdo, para mi la autonomia universitaria no depende de los examenes
que la universidad tenga que dar ante el estado sino de la propia
universidad, hay muchas facultades que perdieron completamente su autonomia,
economicas solo hace caso a lo que franja morada quiere, que es armar una
caja chica con ella (no tan chica ultimamente) y sin ir mas lejos nosotros
hace rato perdimos la autonomia creo que nunca la recuperamos desde el golpe
del 76', lo unico inteligente que hicimos fue armar concursos para que
entren investigadores/docentes que no solo con su nivel intelectual sino
tambien monetario, nos den aire para ser un poco autonomos de todo, uncluido
UBA.
Hoy hay laboratorios y materias por donde circulan alumnos haciendo sus
tesis y su especializacion en la carrera que estan 100% subvencionados por
CONICET y Agencia y muchos otros por Microsoft y Monsanto. Entonces, que
autonomia universitaria tenemos!!? Si nosotros propusieramos un plan para
armar nuevas carreras o nuevas materias esperando plata de UBA estariamos
esperando todavia.
En mi opinion, la autonomia universitaria en las universidades ya no existe,
lo que existe son facultades bien gobernadas que pueden valerse por si
mismas, de todas formas comparto tu idealismo, pero se que podriamos perder
nuestros años mozos en pos de un cambio en un pais donde la educacion ha
sido tan mermada. Lamento ser tan pragmatico pero he visto avanzar en estos
ultimos 15 años esta facultad de forma muy positiva, por arriba de la media
de las demas facultades de UBA y eso se logro gobernando a travez del CD con
politicas de importacion de investigadores y de presentacion a subsidios
como el tan temido FOMEC que endefinitiva sirvio para equipar varios
departamentos y generar 2 nuevos laboratorios, sin cambiar una coma en
nuestras actividades acdemico/cientificas.
Adhiero a un plan de lucha tambien porque no es cuestion de bajar los
brazos, pero eso no puede ser desde una unidad academica tiene que ser por
lo menos desde toda la universidad.
Finalmente no creo que las acreditaciones (asi como ya paso en los
postgrados) promuevan un cambio en detrimento de nuestra educacion, puedo
equivocarme pero en caso que sea asi seria cuestion de no volver a acreditar
las carreras nada lo impide, y en cuanto a las razones por hacerlo, ya hay
varios mails de gente de sus respectivas carreras que han dado sus pros, yo
solo votare por opinión global por carrera, por lo que solo en carreras de
grado votaria a favor de quimica.
Un abrazo
M.
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Marcelo:
Me llama la atención que, en medio de un debate público, me contestes
personalmente (siendo yo el único destinatario), volviendo a pasar por alto,
ya groseramente, el voto mayoritario de la facultad. No es mi opinión la que
contestás, sino la del 53 % de la comunidad que votó que NO a TODAS las
acreditaciones, y la del 62% que rechazó la legitimidad de la CONEAU como
organismo de control.
Decís que acordás (?) con la realización de un plan de lucha anti LES,
(aclaro que en ningún momento propuse tal cosa, mi objetivo es más modesto e
inmediato, pragmático: que se respete el resultado de las urnas). Sin
embargo te proponés votar cumpliendo con la LES (pese a no estar obligado,
dada la declaración de inconstitucionalidad del fallo Marinelli). Las cosas
tienen un órden y requieren un mínimo de coherencia. Si estuvieras dispuesto
a luchar en contra de la LES, no empezarías por someterte a ella. Por lo
demás, formás parte de una agrupación, que debería ser el medio natural para
canalizar esa lucha que decís estar dispuesto a dar. Sería bueno que
fomentaras un debate interno al respecto. Llegaría algo tarde, dado que la
LES fue promulgada hace 15 años, pero es mejor tarde que nunca.
Que la acreditación viola la autonomía universitaria, repito, está
establecido en el fallo del Juez Marinelli, y es una opinión sostenida, a
las claras, por la mayoría de la comunidad, como puede apreciarse en los
resultados de la consulta. Las razones de esta violación saltan a la vista:
si la validez de los títulos, la posibilidad del ejercicio profesional y la
adjudicación de presupuesto a las universidades, entre otras cosas, quedan
sujetas a la acreditación de las carreras, es más que claro que las
universidades resignan, al acreditar, el gobierno sobre la vida académica.
Te propongo un juego de imaginación: yo soy el Estado (encarnado en los
gobiernos y excluyendo a la universidad), y vos la Universidad. Si me dás la
capacidad de regular tus contenidos mínimos, te regalo la autonomía, la
autarquía y la libertad de cátedra, como simples títulos, vacíos de
contenido. Carrera que no acredita, presupuesto que no llega, podría
decirte, parafraseando a Menem. Tu autogobierno, en todos los asuntos,
terminaría sujeto a mi determinación acerca de tu cumplimiento de los
requisitos que yo establezca. Y esto no es idealismo: es una visión de
pragmatismo puro.
Decís que la autonomía universitaria ya no existe, y te proponés luego,
cincelar el último punto de su lápida. Tu afirmación es falsa: la autonomía
es un terreno en disputa, como lo ha sido siempre. Al presentar el recurso
de amparo, en el 95, la UBA como institución salió en defensa de la
autonomía. Cierto es que desde entonces (y desde antes también), la
autonomía ha sido atacada por la contrarreforma (como señalo en mi mail
anterior). Que en la universidad pública haya investigaciones financiadas
integra o parcialmente por Monsanto o por Microsoft es, ciertamente un golpe
a la autonomía. No sólo por el origen de los fondos, sino principalmente por
los condicionamientos implícitos (o explícitos) para su adjudicación, de los
cuales alguna vez deberá darse cuenta. Sin embargo, no son cuestiones
irreversibles. Tu argumento resignado, no hace más que renunciar por
completo a todos los aspectos de la autonomía que aún están vigentes.
Decís: "Hoy hay laboratorios y materias por donde circulan alumnos haciendo
sus tesis y su especializacion en la carrera que estan 100% subvencionados
por CONICET y Agencia y muchos otros por Microsoft y Monsanto. Entonces, que
autonomia universitaria tenemos!!?" Es decir que, según vos, la aceptación
de subsidios implica la violación de la autonomía. Sin embargo, pretendés
que las acreditaciones (que supeditarán, no un subsidio sino el presupuesto
mismo a condicionamientos exteriores) no son violatorios de la autonomía.
¿En qué quedamos?
Los subsidios no violan la autonomía en tanto no impliquen condicionamientos
externos. En este punto la diferencia entre los subsidios públicos y los
privados no es menor.
El espíritu de la Reforma, lejos de estar muerto, llega a colarse en la
propia LES, (que se propone combatirlo), ya que no tiene más remedio que
reconocer la autonomía universitaria y contemplar la obligación estatal para
su financiamiento. No obstante hay que reconocer que una cuestión aún no
resuelta, necesaria para una auténtica autonomía, es el establecimiento de
una autarquía financiera estable, con carga al presupuesto, independiente de
la voluntad coyuntural de los gobiernos. Y aún si eso se lograse, los
aportes extraordinarios (llámense subsidios o de otro modo), seguramente
seguirían siendo necesarios, no ya para solventar gastos corrientes sino
para financiar proyectos específicos. No te olvides que el Estado Nacional
subvenciona una enorme cantidad de actividades privadas, bajo diversas
justificaciones, desde fomento a la producción o el simple sostén de ella
hasta el costo del boleto de transporte y el precio de productos que estima
de primera necesidad. Los subsidios no son un cuco ni representan un
problema, salvo cuando imponen condicionamientos inaceptables.
La contrarreforma avanza y retrocede, no siempre por su propia fuerza sino
como consecuencia de claudicaciones. No creo que tu posición sea pragmática
y la mía idealista. Creo, por el contrario, que mi posición (y la de la
mayoría absoluta de la comunidad), resulta pragmática, mientras que la tuya
es idealista en sentido negativo: tomás por realidad aquello que son tus
ideas acerca de la realidad, y te resignás a aceptar una realidad adversa
como simple derrota, y aquí creo que la carencia se debe a la falta
perspectiva histórica.
Si, como decís, tu voluntad íntima y sincera es la de oponerte a la vigencia
de la LES y sus consecuencias, los resultados de la consulta te brindan un
formidable respaldo para decirle que NO a la acreditación. Si elegís no
apoyarte en ese respaldo, lo harás a título personal, haciendo valer tu
opinión por sobre la de la comunidad, a la que inicialmente consultaste.
Ignacio Ojea.
------------ próxima parte ------------
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