[Todos] POSICIÓN DE COB LA BRECHA DE CARA AL BALOTAJE

Colectivo desde el Pie elcolectivo en agrupaciones.fcen.uba.ar
Mar Nov 17 13:38:50 ART 2015



POSICIÓN DE COB LA BRECHA DE CARA AL
BALOTAJE

    El
próximo 22 de noviembre, por primera vez en la historia de nuestro
país se definirá el nuevo presidente por medio de un
balotaje. Luego de 12 años de gobierno del FPV, la sucesión
presidencial se da en un complejo panorama, signado por la difícil
situación económica y un agotamiento de la experiencia
política del kirchnerismo como fuerza gobernante. Desde COB La
Brecha compartimos algunas reflexiones y nuestro posicionamiento sobre
este tema que atraviesa las discusiones cotidianas en todos los
ámbitos sociales en nuestro país.
 
   El primer elemento
novedoso brindado por las elecciones del 25 de octubre es el importante
ascenso de Cambiemos, que logró reagrupar detrás de la
figura de Mauricio Macri a distintas fuerzas políticas en una
alternativa conservadora con posibilidad de alcanzar la presidencia. Esto
es un nuevo síntoma que confirma lo que venimos señalando
desde antes de octubre: el corrimiento general hacia la derecha del
escenario político y sus correspondientes modificaciones en la
hegemonía ejercida sobre el pueblo trabajador y otros sectores
oprimidos. La elección de Scioli como candidato del oficialismo ya
manifestaba meses atrás la reorientación conservadora del
proceso de recambio presidencial y un cierre del ciclo político del
kirchnerismo hacia la derecha, un proceso que no es aislado, sino que
puede rastrearse en su larga década en el poder
(2003-2015).
 
DE ESCENARIOS Y
CARACTERIZACIONES DE UN FIN DE CICLO
 
   El kirchnerismo,
como fenómeno que emerge luego de la rebelión de 2001, supo
combinar tres elementos: la reconstitución de la legitimidad de las
instituciones del Estado, el relanzamiento de la acumulación
capitalista y una gran adhesión popular. La relativa
recuperación de los niveles de empleo, salariales y ciertos
derechos laborales y sociales no pueden comprenderse sin el aumento
extraordinario de las tasas de ganancia, a partir de un cambio de signo
respecto del modelo económico. Un modelo basado en la industria
extractiva, en la explotación de los bienes comunes (como la
minería, el petróleo) y la extensión de la soja. En
esta larga década la economía argentina se concentró
y extranjerizó a niveles altísimos, mostrando la fragilidad
de la recuperación que experimentamos lxs trabajadorxs en nuestras
condiciones de vida. Así es que, a partir de la crisis
internacional y las dificultades del comercio exterior, especialmente la
caída del precio de las materias primas que se exportan, la
variante de ajuste fuimos, nuevamente, lxs laburantes. Las respuestas a la
creciente conflictividad social fueron, cada vez más, mayor
represión y, cada vez menos, la negociación.
 
   Este año
vimos la agudización de estas limitaciones económicas, cuyo
principal síntoma es la falta de divisas, que las alternativas
patronales pretenden cubrir con nueva deuda y/o la devaluación del
peso. La necesidad de disminuir el déficit fiscal augura recortes a
las políticas sociales y aumentos de tarifas. Incluso el gobierno
en los últimos dos años avanzó en ese camino,
devaluando y endeudándose. Esta situación es producto de su
política económica, que no modificó en 12 años
las limitaciones estructurales de la economía argentina. El fin de
ciclo, entonces, se expresa como el agotamiento del modelo
económico kirchnerista, abriendo también las puertas al
agotamiento de su experiencia política.
 
   En ese marco, y
sobre todo a partir de las elecciones legislativas del 2013, el
kirchnerismo tomó distintos elementos programáticos de su
oposición por derecha (por ejemplo la creación de
policías comunales), preparando el giro conservador de todo el
escenario político.
 
   En los
últimos años la expectativa de cambio de una parte
importante del pueblo trabajador fue capitalizada por distintas variantes
patronales, detrás de consignas vacías, donde el macrismo
logró avanzar sumando adhesiones, aglutinando ese descontento. Por
eso, si bien hay un componente importante del voto macrista con una
orientación derechista, se le suman sectores populares que
consideran necesario un cambio de gobierno, por errores y limitaciones
propias del kirchnerismo, decantándose por la alternativa
más visible, sin mayores consideraciones
ideológicas.
 
   Aquí debemos
también ubicar las limitaciones que tenemos desde la izquierda para
constituir una alternativa que pueda canalizar ese descontento en un
sentido anticapitalista. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores
refleja, en el plano electoral y en forma muy incipiente, la única
referencia política con esa orientación.
 
NO FUE MAGIA: LOS CANDIDATOS DEL
BALOTAJE
 
 
   Las elecciones
dejaron dos datos centrales: la dañada legitimidad del FPV y el
ascenso de Cambiemos como espacio político.
 
   Mientras que parte
importante de la década kirchnerista estuvo caracterizada por una
desarticulación de la “oposición”, los
últimos años nos muestran intentos sucesivos de
reagrupamiento. Macri logró articular una fuerza de alcance
nacional, una nueva coalición conservadora que recoge los restos de
la desvencijada UCR y otros sectores, representando nítidamente los
intereses de fracciones concentradas del capital. El discurso del PRO no
sólo mantuvo los señuelos sin contenido de Durán
Barba, sino que también comenzó a incorporar una
retórica que reivindica algunas políticas sociales del
kirchnerismo. El PRO expresa una nueva derecha, moderna, con mayor
capacidad de superar el histórico techo de la derecha conservadora.
Tiene vocación de poder y una maquinaria comunicacional de magnitud
a su servicio. Pudo construir cierto consenso y conquistado el voto de
millones, presentando los problemas de la burguesía como los
problemas del conjunto de la población.
 
   Las dos fuerzas
políticas en pugna, pese a sus diferencias, anuncian (aunque traten
de ocultarlo) un futuro de mayor ajuste a lxs laburantes. Por un lado,
Scioli expresa el recambio conservador del oficialismo, con una base
social tensionada por el rol que ocupará el kirchnerismo
“duro” en un eventual gobierno del FPV. Asimismo, es la cara
visible de un ciclo en agotamiento, cuya legitimidad está
dañada. Por otro lado, Macri representa un partido político
de derechas en ascenso, con creciente adhesión incluso en sectores
populares. En un balotaje de este tipo, se genera así un voto
“en negativo”: votar a Scioli para que no avance la derecha,
votar a Macri para expulsar al kirchnerismo. Sin duda, ello manifiesta la
trampa del balotaje y la ausencia de alternativa popular. Incluso votar en
blanco no deja de ser una opción por la negativa, para no legitimar
el ajuste.
 
   Por su parte, los
empresarios ponen huevos en todas las canastas, pero cuentan con apuestas
principales. Mientras que Scioli tiene el apoyo diferencial de
pequeños capitales subvencionados por el Estado, parte de la
burguesía agraria y parte de la gran burguesía industrial,
Macri congrega el apoyo de fracciones de la gran burguesía agraria
y el capital financiero más concentrado. A partir del anuncio del
balotaje podemos observar los saludos corteses y las expectativas de
numerosas cámaras empresariales y organismos financieros
internacionales ante la posibilidad del “cambio” en
Argentina.
 
   Las organizaciones
del campo popular conocemos bien a ambos candidatos. Hace años que
luchamos contra el gobierno de Mauricio Macri en la Ciudad y contra las
políticas de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires. En la
carrera hacia el balotaje, las últimas apariciones de
campaña de Scioli vienen a profundizar sus rasgos conservadores con
la intención de disputarle perfil a Macri, lo cual no augura nada
positivo para los sectores populares, como las declaraciones de
“Tolerancia Cero” contra los piquetes y tomas de tierra. Por
su parte, las últimas declaraciones de Macri y parte de su equipo,
comienzan a dar datos de lo que sería su eventual gestión:
recientemente anunció, sin pelos en la lengua, que los problemas
del cepo al dólar y la inflación, deben resolverse
devaluando.
 
LA IZQUIERDA Y LOS SECTORES
POPULARES
 
 
   La
relegitimación de las instituciones luego del 2001 fue
gestándose desde el kirchnerismo mediante la cooptación de
organizaciones y concesiones parciales a sentidos reclamos populares.
Luego de la crisis del 2008, la iniciativa estatal se reforzó en su
rol como usina generadora de consenso social en los sectores populares. En
los últimos tiempos, este ciclo se vio atravesado por las
limitaciones estructurales de la economía junto a un giro
conservador que encontró allanado el camino por la
desmovilización de amplios sectores populares. El ascenso y posible
triunfo del macrismo, pero también la elección de Scioli
como candidato del oficialismo, son las señales de que la
burguesía avanza en dar cierre al ciclo político posterior a
la rebelión de 2001/2002 y muestran un cambio en la
correlación de fuerzas en el plano cultural e ideológico
social.
 
   Sin embargo, un
gran número de trabajadorxs y sectores oprimidos, movilizados por
un sentimiento “antiderecha”, se inclinan por apoyar en las
urnas al FPV, aun reconociendo el rechazo que puede generarles el
candidato oficialista.
 
   El sciolismo,
además de gozar de la simpatía de sectores empresarios,
cuenta con el respaldo de organizaciones con una importante base popular,
incluyendo centrales sindicales. Esto podría considerarse como una
"garantía" de contrapeso popular a la hora de aplicar un
plan de ajuste o un programa conservador en general. Sin embargo, no es
menos cierto que un programa de esas características requiere de un
pacto social que sólo una fuerza política con una amplia
base social, como lo es el peronismo, puede aplicar con éxito. A su
vez, en vez de condicionar el perfil derechoso del ex motonauta, la
militancia popular del FPV dio muestras de estar dispuesta a soportar
cualquier sapo, empezando por llevar un candidato presidencial de origen
menemista.
 
   Por esto, no
compartimos la estrategia de varias organizaciones provenientes de la
izquierda que de un tiempo a esta parte profundizaron su acercamiento al
kirchnerismo, en la expectativa de construir una fuerza amplia con las
rupturas que supuestamente sobrevendrían del FPV frente a su giro
conservador. Esto no sólo no se constató en la realidad,
sino que su acercamiento los traccionó, en esta coyuntura, a un
apoyo a Scioli. En algunos casos, incluso, de un modo
acrítico.
 
   Tampoco coincidimos
con algunas lecturas de izquierda que igualan sin más a las
distintas expresiones políticas de la burguesía, o aquellas
que identifican a Scioli con toda la experiencia histórica del
kirchnerismo. Este tipo de caracterizaciones dificultan una
comprensión política de la situación actual, porque
impiden reconocer las motivaciones que suscitan la adhesión de
amplios sectores de la clase trabajadora al kirchnerismo y las
expectativas que muchos de esos sectores depositan hoy en el candidato
oficialista contra el ascenso del macrismo.
 
NUESTRA POSICIÓN DE CARA
AL BALOTAJE
 
 
   Ante un escenario
tan cerrado como un balotaje entre dos opciones de la clase dominante y
tan ajeno a los intereses de los sectores populares, muchxs
compañerxs están pensando votar a Scioli sin
convicción, tratando de impedir el triunfo de Macri. Una
opción para evitar el supuesto mal mayor que representaría
la llegada de Macri a la presidencia, la lógica del voto
útil para el mal menor.  Somos respetuosos de estxs
compañerxs, aunque no compartimos que sea la alternativa para
abonar a una perspectiva real de resistencia al avance de la derecha
ajustadora.
 
   Nuestra experiencia
en la lucha y la construcción cotidiana desde hace años en
el movimiento piquetero, sindical, estudiantil, ambiental, cultural y de
géneros, nos demostró que las condiciones para la
resistencia, las mejores condiciones para luchar, no las ofrecen ninguna
de las variantes políticas de la burguesía, sino nuestra
fuerza y nuestra independencia para organizarnos y movilizarnos ante cada
injusticia, ante cada necesidad, ante cada derecho pisoteado.
 
   Creemos que las
organizaciones de izquierda que durante estos años sostuvimos una
posición independiente y crítica del kirchnerismo, tenemos
la tarea de evidenciar con claridad el carácter antipopular y la
perspectiva de ajuste que sostienen, aún con diferencias, tanto
Macri como Scioli. No es nuestra tarea embellecer al kirchnerismo y
allanarle el camino a Scioli para construir la hegemonía
política que no logró como candidato del oficialismo, ni
siquiera dentro de su propia fuerza.
 
   El elemento
fundamental para interpretar la actual coyuntura política que signa
el balotaje está dado por el acercamiento programático entre
ambos candidatos. Macri expresa una avanzada de la derecha en el
país, y Scioli la creciente adaptación oficialista a esta
fuerza en ascenso. El propio FPV tiene gran responsabilidad en el avance
del macrismo, ya que votó sus leyes en CABA, tiño de
amarillo su plataforma política y mantuvo una concesiva
intervención sindical frente al macrismo como patronal.
 
   La
construcción de una Alternativa Política de Izquierda con
independencia de clase, por la que batallamos hace años, y cuya
necesidad se plantea con claridad en esta coyuntura, no debe ser
hipotecada con especulaciones coyunturales frente a la encerrona del
balotaje. Este tipo de “cálculo político” entre
males mayores y menores, entre opciones que se ubican claramente en el
campo de la burguesía,  siembra confusión e ilusiones
sin fundamentos en el activismo que se referencia en nuestras
organizaciones, poniendo en riesgo la paciente acumulación de
fuerzas que desde las izquierdas venimos forjando para una
transformación social, profunda y de raíz.
 
 
 ¿Quién puede asegurar que un triunfo de Macri en estas
elecciones no será la bancarrota de la fuerza política que
representa por su escaso margen de gobernabilidad? ¿Quién
puede asegurar que Scioli no será un nuevo capítulo en la
larga lista de males menores que inauguró Menem en 1989 contra
Angeloz, y continuó De la Rúa en 1999, contra la
opción peor que era Duhalde?
 
   No podemos basar
nuestras decisiones políticas en estas elucubraciones. Quedar
entrampados en esta lógica desdibuja la frontera de la
independencia de clase de nuestras construcciones, perdiendo de vista el
objetivo estratégico del cambio social, pues puede conducir a una
progresiva adaptación de nuestra militancia a las condiciones que
impone el régimen político dominante e incluso el
reforzamiento de las opciones políticas de la
burguesía.
 
   Por eso, aún
en un escenario que se intenta mostrar así de polarizado como este
balotaje, sigue siendo cierto que no es nuestra tarea elegir la cara del
verdugo, sino la de construir la fuerza política necesaria para
quitarnos la soga del cuello.
 
   Es preciso frenar a
la derecha ajustadora. Pero un voto a Scioli no es ningún reaseguro
en esa tarea.  Sólo podemos confiar en el pueblo trabajador
organizado y en pie de lucha. Por todo esto, de cara al balotaje, desde
COB La Brecha llamamos a votar en blanco, anular el voto o no
votar. Y fundamentalmente, llamamos a redoblar los esfuerzos de lxs y
luchadorxs para fortalecer la unidad y prepararnos para darle una
respuesta política de izquierda al ajuste que se viene.
 
   Sabemos que la
posición que asumimos no es cómoda, ya que asistimos a un
movimiento de adaptación general al giro conservador. Pero no
estamos acostumbrados a la comodidad ni a la adaptación. Hemos
resistido a las trampas del sistema y los espejitos de colores con que las
clases dominantes intentan fragmentar, debilitar y tutelar al movimiento
social en esta década.
 
   Apostamos a que las
diferencias políticas surgidas en el marco de la encerrona impuesta
del balotaje no se conviertan en un obstáculo para el desarrollo de
una política de unidad en la lucha de todos los sectores que
estemos dispuestos a resistir el ajuste. Nos necesitaremos juntxs. En la
calle y con el cuerpo. Como nos enseñaron Darío y Maxi,
Mariano Ferreyra, Carlos Petete Almirón, Silvia Suppo, Carlos
Fuentealba y tantxs otrxs.
 
   Sólo una
política de frente único, asentada en la movilización
y la lucha independiente, nos permitirá defender nuestros derechos
y avanzar como clase en la dura coyuntura que se viene. Estaremos
más predispuestxs a la lucha que nunca, siempre con voluntad de
vencer, construyendo poder popular desde abajo y a la Izquierda, con la
perspectiva de cambiar de raíz este sistema injusto y
miserable.
 
¡Arriba lxs que
luchan!



-- 
Colectivo desde el pie, en COB La
Brecha
colectivodesdeelpie en gmail.com
www.colectivodesdeelpie.wordpress.com
www.colectivodesdeelpie.blogspot.com
http://www.facebook.com/colectivodesdelpie

(Si
querés
dejar de recibir nuestros mensajes, enviá un
mail a
colectivodesdeelpie en gmail.com con el texto "eliminar
lista" en
el asunto)



-- 
Colectivo
desde el pie
colectivodesdeelpie en gmail.com
www.colectivodesdeelpie.wordpress.com
www.colectivodesdeelpie.blogspot.com
http://www.facebook.com/colectivodesdelpie

(Si querés
dejar de recibir nuestros mensajes, enviá un mail a
colectivodesdeelpie en gmail.com con el texto "eliminar lista" en
el asunto)
------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://mailman.df.uba.ar/pipermail/todos/attachments/20151117/4a04072a/attachment.html 


Más información sobre la lista de distribución Todos