[Todos] Elecciones... para qué?

Mar Sep 8 22:19:04 ART 2015

Situación de la
UBA

 Vemos que en la Universidad
se produce muchísimo conocimiento y se generan herramientas que
podrían ser de gran utilidad, por ejemplo, para amplios sectores
populares con necesidades básicas insatisfechas&hellip; y por
más lógica que suene esa idea (más aún cuando
lxs trabajadorxs financian con sus impuestos la Universidad
pública), en los hechos eso no ocurre. ¿Por qué es
así? Si somos capaces de percibir que quienes dirigen hoy en
día la UBA (elegidos mediante un sistema antidemocrático en
el cual una centena de profesores tiene más poder de
decisión que el de decenas de miles de docentes, no docentes,
investigadores y becarios y el de centenares de miles estudiantes)
responden a intereses políticos, empresariales o incluso
están involucrados en distintos casos de corrupción que
involucran fondos de la misma Universidad para llenarse los bolsillos, o
vemos que se disminuye el porcentaje del presupuesto para Exactas y otras
facultades en pos de aumentar las arcas del rectorado y sus amigos,
empezamos a vislumbrar un principio de
respuesta&hellip;

 Situación de
Exactas
 Pero esta
situación, que refleja una visión mercantilista de la
educación por parte de Barbieri y sus aliados, no es tan nueva como
la quieren pintar: Exactas se financia en parte por servicios a terceros
(empresas) desde hace mucho tiempo, La Alumbrera (megaminera multinacional
denunciada por varios casos de contaminación en Catamarca) gira
fondos anualmente que la gestión de la UBA usa sin
cuestionamientos, la mayoría de las facultades se financia con
posgrados y cursos pagos&hellip; y si hacemos un poco más de
memoria, recordaremos que la propia gestión de nuestra facultad
quiso acreditar nuestras carreras de grado a la CONEAU, poniéndolas
de ese modo en el marco regulador de la LES menemista. Por otro lado, las
becas para costear viajes y materiales de estudio son más que
insuficientes para que los sectores populares puedan acceder a la
educación universitaria&hellip; Va quedando claro que hay que
defender Exactas, pero junto con las demás facultades, defender
toda la UBA, todas las universidades públicas del país y la
educación pública en
general.
 Un párrafo aparte merecen las obras en la
Facultad y la imposición de un cuerpo de seguridad, High Security,
que se maneja en forma autoritaria y prepotente y que aparentemente
llegó para quedarse. Hechos ante los cuales las autoridades de la
facultad no han hecho más que protestar tibia y tímidamente.
Al igual que con los fondos de la Alumbrera o con la acreditación 
a la CONEAU, no recordamos haber sido consultados por esta
&ldquo;democracia&rdquo;, por este sistema de elecciones. Nunca nos
permitieron votar ni decidir al respecto...

¿Qué
podemos hacer en ese
contexto?
 Nuestra militancia en la
Universidad apunta a transformar esta situación. Pero creemos que 
NO será a través de una agrupación o un frente
electoral disputando la obtención de algun representante en un
sistema antidemocrático manejado para beneficiar a los sectores de
poder y estipulado para mantener el status quo, que
podamos cambiar las cosas. Necesitamos organizarnos, discutir de la forma
más participativa y abarcadora posible, para elaborar propuestas
que contengan soluciones a nuestras demandas, a nuestros problemas
cotidianos que solo nosotrxs conocemos en profundidad como trabajadorxs.
Por eso apostamos a participar de y fomentar los espacios de base, donde
se discutan nuestras problemáticas concretas y salgan respuestas
colectivas, así como medidas de lucha cuando se quiere ignorar o
menospreciar nuestra voz (sabemos que quienes hacen negociados con los
fondos de la UBA van a estar en contra de muchas demandas que quieran
cambiar el status
quo). Como ejemplos
encontramos por un lado los proyectos de ciencia Popular que implican
involucarnos como profesionales con problemáticas concretas de la
sociedad, como el Taller de Aguas, IPPM, Cosensores, Guano. Por otro lado,
las asambleas por lugares de trabajo, que han existido en torno a
distintas problemáticas en varios departamentos de la facultad en
los últimos diez años; actividades y jornadas organizadas
por distintos departamentos; asambleas de AGD-FCEyN; asambleas
interclaustros y otros espacios que han agrupado a estudiantes, docentes y
graduados y las asambleas de JCP y de becarios UBA. Tanto JCP como
becarios UBA han logrado importantes mejoras dentro de lo que es le
precaria situación laboral de los becarios de ciencia y
técnica (en realidad investigadores en formación).
Reconocemos que estos espacios han tenido altibajos en la
participación de base, pero vemos que tienen el potencial para ser
espacios amplios donde se pueda ejercer una democracia más real y
directa que la que nos imponen los estatutos de la UBA. Y por eso, lxs
invitamos a interiorizarse acerca de estos espacios, a participar, a
decidir, a invitar a sus compañerxs de trabajo, y así
construir instancias de base capaces de intervenir en la política
universitaria y darle una orientación verdaderamente popular y
transformadora. Es decir a elegir ustedes mismos en lugar de que otros
elijan por nosotros.

 Sobre las elecciones en sí
mismas
 Quienes nos conozcan,
sabrán que no estamos de acuerdo con la idea de participar de la
vida política simplemente a través de votar a un
representante no mandatado, en un sistema antidemocrático,
eligiendo a quienes van a pensar y actuar en nombre de unx durante 2
años, dirigiendo en los hechos el destino de la facultad en la que
día a día trabajamos y nos desenvolvemos. Si notamos, como
decíamos más arriba, el carácter totalmente
antidemocrático del cogobierno universitario, por su
composición, porque una minoría absoluta de profesores (que
no son siquiera todos los docentes) tiene como claustro una mayoría
garantizada en la capacidad de decisión, porque elige sus
autoridades en el Congreso Nacional, con vallas y policías
reprimiendo estudiantes que reclaman una democratización del
cogobierno, y así&hellip; la situación es aún
más grave. En definitiva, nuestro sentir es que elegir, no es votar
por un representante en Consejo Directivo que decida por nosotros, sino
poder elegir, votar y decidir realmente las cuestiones políticas
generales ya sea a mano alzada en asambleas, en plebiscitos, o mediante
delegados mandatados, rotativos y revocables.  
 De todas formas, sabemos que
no es menor que ganen unos u otros. Sobre todo en cuanto a la posibilidad
de que ciertos debates siquiera lleguen al CD. En graduadxs, Sumatoria ha
demostrado ser un fiel servidor de las políticas impulsadas por
ADU, al punto de haberse convertido en la punta de lanza de las más
nefastas intervenciones. Por nombrar algunos de sus hitos, recordamos la
defensa de la aceptación de fondos de La Alumbrera, el voto partido
para la acreditación de las carreras a la CONEAU, el rechazo del
curso de posgrado &ldquo;Aspectos sociales de la ciencia y la tecnología&rdquo; (que
había sido aprobado en distintas comisiones y subcomisiones, con
graves acusaciones a los docentes por medio), sus prácticas
clientelistas en los momentos de elecciones, la utilización de la
propia actividad política al modo mercenario para favorecer
meteóricas proyecciones en sus carreras científicas y
docentes, etc. A su vez, por su atadura a ADU y al gobierno nacional,
Sumatoria jamás pudo señalar la grave situación
salarial vivida por lxs docentes universitarixs o la precaridad laboral de
los becarios de ciencia y técnica. Más bien se ha
dedicado a intentar silenciar, obstaculizar y boicotear las luchas por
reivindicaciones justas. Por otro lado, no podemos dejar de señalar
que con lxs compañerxs de Graduados al Frente hemos
participado en distintas instancias colectivas que buscaron defender
nuestros derechos como graduadxs, tanto en espacios gremiales como JCP y
AGD, como en el antidemocrático CD, llevando sus consejeros en
numerosas ocasiones las posturas acordadas en espacios de base y
acompañándolas en movilizaciones.  En lo que respecta a la
aparición de Factor Común, impulsado por militantes de Punto
de Inflexión, de la Mella/Marea Popular/Patria Grande e independientes, nuestra
opinión sincera y honesta es que no han logrado nunca
apartarse de un discurso acrítico hacia la gestión
de la FCEyN o del gobierno nacional, y que en cambio ha puesto muchas
veces más el acento en criticar a las fuerzas de izquierda. En
pos de mantener una unidad con las autoridades en la lucha presupuestaria
contra el rectorado, fueron incapaces de siquiera cuestionar la falta de
coherencia de la gestión al no reclamar mayor aumento para toda la
educación pública universitaria ni bancar la lucha de lxs
docentes universitarios, por mencionar dos ejemplos. Creemos que con esta
actitud, que se termina plasmando en la negativa a armar un frente que
confronte de manera unitaria la nefasta política de Sumatoria ya
descrita, se hace un flaco favor a la construcción de un verdadero
movimiento cuestionador que ponga el norte en un cambio social profundo y
desde las bases.

 Por todo esto, nuestro mensaje es que votando o no votando,
lo principal es organizarse, debatir y luchar para lograr nuestras
reivindicaciones.

-- 
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