[Todos] ¿CHERNOBYL EN ARGENTINA?

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Vie Jul 12 14:39:28 -03 2019


Reenviamos nota de Rodolfo Kempf, docente UBA y trabajador de CNEA, 
miembro de ATE CNEA y de nuestra agrupación Protagonismo y Lucha:


¿CHERNOBYL EN ARGENTINA?

Nadie está corriendo riesgos con la energía nuclear en Argentina. Por el 
contrario, la investigación científica tecnológica está en peligro de 
muerte con el Gobierno Nacional de Macri.

El miércoles 19 de junio, inesperadamente, América TV se montó en la 
entrada de la CNEA anunciando un inminente “Chernobyl Argentino”. Se 
podría pensar en un periodismo aficionado a las catástrofes: el miedo 
vende bien y después se olvida. Pero no. La nueva serie de HBO, esta vez 
sobre el accidente en la planta nuclear de Chernobyl ocurrido en el año 
1986, en esa localidad del norte de Ucrania, a instancias de una URSS en 
descomposición. Se puede afirmar que HBO se dispone a tirar la 
revolución bolchevique por la borda. Pero eso será tema de otra 
polémica.

Convergente con el Gobierno macrista y sus medios hegemónicos, se 
utiliza la serie de HBO para avanzar en el desmantelamiento de los 
organismos que producen, desarrollan e investigan en el área nuclear. 
Por eso, podemos afirmar que se trata de una decisión premeditada con 
alevosía.

La primera cuestión a discutir es por qué nuestras centrales nucleares 
que abastecen de energía eléctrica (Embalse, Atucha I y II) no pueden 
convertirse en Chernobyl. En este particular evento explotó el reactor 
tipo RBMK. Veamos por qué:
El reactor RBMK, que se utilizaba en Chernobyl, de 1000 megawatts 
eléctricos, es moderado con grafito y enfriado con agua liviana. El 
núcleo del RBMK es inestable por debajo de 700 megawatts (casi la cuarta 
parte de su potencia nominal). A baja potencia el reactor es difícil de 
controlar y cualquier tendencia hacia una reacción en cadena se 
amplifica rápidamente. Esta es una característica típica de los RBMK y 
está ausente en los diseños del resto de los reactores y hasta de los 
reactores rusos VVER. En todos los reactores diferentes al RBMK, 
cualquier incremento en la reacción en cadena es automáticamente 
detenida, debido a como está diseñado el núcleo del reactor. La 
explosión en Chernobyl ocurrió, entonces, durante una prueba a baja 
potencia, es decir en el momento en el cual el reactor es inestable.

Asimismo, en un reactor RBMK las barras de control se insertan 
lentamente. La inserción completa tarda 20 segundos, mientras que en 
otros reactores en el mundo solo toma menos de 2 segundos.

En el reactor RBMK, el moderador neutrónico consiste en 600 toneladas de 
grafito. El grafito muy caliente, cuando entra en contacto con el aire, 
estalla en llamas. Los reactores en Argentina y en el resto del mundo no 
tienen grafito ni otro material inflamable.

Los reactores de Chernobyl no tienen contención estructural. Esto 
hubiera reducido y retardado el escape de material radiactivo. Semejante 
contención protege a los otros reactores del mundo (incluso los 
reactores rusos VVER).

El RBMK era un doble acoplado sin frenos por un camino de montaña, con 
una dirección que no trabajaba y con un sistema de frenos que acelera el 
vehículo por unos segundos y tarda otros 20 segundos en aplicar los 
frenos. Nada parecido a la experiencia nuclear, la expertiz de las y los 
trabajadores y la tecnología que hemos sabido conquistar durante 60 años 
en CNEA.


DESMANTELAR EL CONGLOMERADO INDUSTRIAL DEL ÁREA NUCLEAR

El presupuesto de la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEA) era en 
2015 equivalente a 363 millones de dólares y cuatro años después quedó 
reducido a apenas 170 millones. Un recorte del 53%. De esta manera, se 
ha degradado a niveles insólitos los salarios de sus trabajadores, sus 
laboratorios, grupos de investigación y plantas pilotos.

Inmediatamente posterior al primer acuerdo con el FMI, el macrismo 
canceló los acuerdos firmados en 2015 con China para construir dos 
centrales de potencia: una CANDU de uranio natural y agua pesada, y una 
Hwalong-1 de uranio enriquecido y agua liviana. Hoy sólo queda en pie la 
segunda, tirando por la borda la CANDU, que implicaba que Argentina 
dirigiera la obra y la industria nacional suministrara el 75% de sus 
componentes.

El abandono de la CANDU deja en suspenso 52 años de experiencia 
argentina en uranio natural y agua pesada, una tecnología más barata y 
simple que la de las PWR, nombre genérico de las centrales de uranio 
enriquecido. Es una autonomía tecnológica laboriosamente conquistada 
desde 1967. En los planes firmados con China hasta fines de 2015, la 
CANDU debía entrar en obra en 2016 y la Hwalong-1 debía empezar su obra 
en 2019. Con el nuevo programa, tal vez la Hwalong-1 se comience en 
2021, sin –por el momento- ninguna garantía.

En el acuerdo bilateral que el gobierno argentino firmó con Chinay dará 
forma al acuerdo bilateral para la construcción de la cuarta central 
nuclear en la Argentina, se contempla un préstamo chino de USD 7.900 
millones a 20 años y un adicional de UDS 2.500 millones para la 
realización de esta obra con tecnología exclusivamente china.

La Hwalong-1 se compra con una participación argentina del 15%. Atucha 
I, en 1967, se compró con un 31% de participación argentina asegurada: 
era nuestra primera central.

Jamás el Programa Nuclear Argentino hizo una compra tan «llave en mano» 
como ésta de la Hwalong-1. No es una vuelta a los años 60, sino a los 
50, cuando la CNEA era una entidad exclusivamente académica. Por esto, 
se puede afirmar que se trata de una decisión política premeditada, 
tendiente a desmantelar el conglomerado industrial del área nuclear.

En la misma línea, la empresa que actualmente opera las centrales 
nucleares NA-SA (Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima) planifica 
su futura autodestrucción. Su presencia en obra de la Hwalong-1 será 
casi simbólica y su existencia ulterior, si la hubiera, se volverá 
redundante. En este sentido, se enmarcan los 270 despidos durante mayo 
del 2018 en la unidad de gestión para la construcción de la central 
nuclear tipo CANDU.

Para cerrar este cuadro calamitoso hay que denunciar la destrucción de 
la a PIAP (Planta Industria de Agua Pesada). Esta planta ubicada en 
Arroyito, a 55 kilómetros de la Ciudad de Neuquén, es la más grande del 
mundo para la producción de agua pesada, un elemento indispensable para 
moderar y refrigerar el funcionamiento de los reactores nucleares. Tiene 
una capacidad de producción de 200 toneladas por año y elabora «agua 
pesada grado reactor» con el más alto nivel de pureza. Es una de las 
pocas proveedoras de agua pesada en el mercado internacional y cuenta 
con la planta de mayor capacidad de producción en el mundo.

El gobierno inició la destrucción: retiros voluntarios, desmantelamiento 
de sectores claves, falta de presupuesto para el mantenimiento y la 
decisión entreguista de clausurar la tecnología que, hasta el macrismo 
controlábamos, cerrando líneas de investigación, desarrollo y producción 
en la CNEA.

Lo único que se parece a Chernobyl es el gobierno de Macri, que está 
haciendo estallar por los aires la ciencia, la tecnología, el entramado 
industrial argentino y la vida de las y los trabajadores. Para derrotar 
al macrismo, con el Frente de Todos empujamos la soberanía energética, 
la autonomía tecnológica y la revalorización de los y las trabajadores 
del sector.

Rodolfo Kempf


-- 
Protagonismo y Lucha - UBA
Agrupación de Docentes y Trabajadorxs de la Ciencia en la UBA
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