[Todos] La adecuación del calendario académico en la UBA: entre la improvisación y el caos

Corriente Nacional de Docentes Universitarios Protagonismo y Lucha protagonismo_y_lucha en agrupaciones.fcen.uba.ar
Lun Abr 6 12:00:23 -03 2020


El pasado viernes a las 23hs. nos íbamos a dormir (o a intentarlo) 
repasando la resolución REC 423/20 en la cual el rector de la UBA nos 
comunicaba el reinicio del calendario académico del ciclo lectivo 2020 
para el 1º de Junio, el cual durará hasta el 12 de Marzo 2021 con un 
receso dispuesto entre los días 19 de diciembre y 17 de enero. No 
tardaron en aparecer comunicados extraoficiales desde las facultades 
durante la madrugada y todo el día sábado. ¿Por qué? Porque esta 
resolución tomó por sorpresa a la mayoría que se encontraba hace semanas 
debatiendo qué hacer en esta situación de total irregularidad, sobre 
todo en carreras en las que ciertos contenidos (laboratorios, prácticos, 
trabajos de campo o talleres) resultan imposibles de realizar de forma 
íntegramente virtual. A este debate veníamos sumándole el de la falta de 
herramientas de docentes para llevar adelante un cursado de estas 
características, la falta de acceso a la tecnología de estudiantes y 
docentes para poder afrontar esta modalidad virtual, la situación 
compleja familiar y habitacional de quienes impartimos y quienes toman 
esas clases virtuales en el marco del aislamiento físico preventivo y 
obligatorio, el derecho a licencias de docentes con familiares o hijes a 
cargo, etc.
La resolución de rectorado, lejos de aclarar el panorama, lo complicó, 
no solo por las extrañas fechas de traslado del ciclo lectivo, 
inconsultas con gremios y unidades académicas, sino porque en su 
artículo 4° dice que el apoyo que se dicte virtual podrá tenerse en 
cuenta al reinicio de la cursada de modo presencial.
Algunas facultades ya habían arrancado las clases para el momento del 
aislamiento y luego intentaron seguir con apoyo virtual, mientras que 
otras (apresuradamente) salieron a comprar licencias de zoom y a instar 
(u obligar) a su plantel docente la preparación de contenido virtual 
para ”salvar” el cuatrimestre. Es así como tras la resolución de 
rectorado, cada unidad académica salió a decir lo que le parecía sin 
ninguna homogeneidad de criterios. Mientras que algunas parecen aplazar 
el inicio ateniéndose a las fechas del rectorado (FADU, CBC), otras 
facultades (la mayoría) definieron que los docentes inicien o prosigan 
trabajando de modo virtual hasta el reinicio del calendario académico 
cuando continuarán presencialmente con laboratorios, clases y toma de 
exámenes. Esto, así como está definido, ¿se traduce en que la mayoría de 
lxs docentes estaremos durante 1 año y medio dictando clases con un 
receso corto en diciembre (por las fiestas) y sin receso entre el 
supuesto segundo cuatrimestre (que vale aclarar que se superpondría con 
la cursada de verano) y el primer cuatrimestre del 2021? Algo que, no 
hace falta que expliquemos, viola nuestros derechos laborales.
Además, sigue sin quedar claro si estudiantes que hoy no se encuentran 
inscriptos en la modalidad virtual porque no tienen la posibilidad de 
cursar bajo esta modalidad o porque eligieron esta opción para 
determinadas materias que serán íntegramente virtuales ¿podrán iniciar 
el cuatrimestre reglamentario el 1º de Junio como la resolución de 
rectorado determina o no podrán cursar presencial? Si permitimos que 
solo estudiantes que ahora pueden cursar de manera virtual empiecen lo 
presencial, ¿no estaríamos perjudicando doblemente al más vulnerado y 
generando una división entre alumnos de primera y de segunda dentro de 
una universidad pública y gratuita como es la UBA? La misma resolución 
de rectorado en cuestión entre sus primeros párrafos considera lo 
siguiente: “[…] se debe garantizar el acceso y permanencia de nuestros 
estudiantes en igualdad de oportunidades y condiciones promoviendo 
actividades de apoyo durante la no asistencia a clases, sin perjuicio de 
los programas o materias que ya se dictaban en algunas unidades 
académicas con la modalidad a distancia, velando en todos los casos por 
la calidad académica de esta modalidad de enseñanza […]”.
Si a pesar de la resolución, cada unidad académica resuelve continuar 
con la modalidad virtual, exceptuando a estudiantes y docentes que no 
puedan acceder a la misma, la igualdad en la enseñanza queda solo en un 
emblema…. O peor aún, en una propaganda para el afuera en forma de video 
para las redes.
Claramente esta ambigüedad del rectorado no hizo más que atentar contra 
la calidad de la enseñanza y descuidar la salud física y mental de sus 
estudiantes y docentes contrariamente a lo que pregona el video con el 
cual salió a la luz la noticia.
Desde Protagonismo y Lucha entendemos que los debates en torno a la 
calidad de la enseñanza de la UBA son múltiples y complejos como para 
tomar decisiones a la ligera. En un momento como éste con miles de 
muertos a nivel mundial, sistemas de salud colapsados, falta de insumos, 
de elementos de protección personal y de profesionales formados. En un 
momento en el cual se acrecienta el hambre en los sectores más pobres de 
nuestro pueblo, ¿No vale la pena parar la pelota y ver de qué forma 
aportamos como docentes, profesionales y estudiantes, en lugar de "no 
perder el cuatrimestre"? El esfuerzo que estamos haciendo desde 
trabajadores de la UBA frente al avance de la pandemia queda plasmada en 
la misma resolución de rectorado en cuestión: “docentes, nodocentes, 
estudiantes, investigadores y funcionarias/os de esta Universidad se 
encuentran prestando servicios considerados esenciales para la atención 
de la salud de la población durante la referida pandemia o realizando 
actividades de voluntariado”. ¿Entonces? En ese sentido, vemos 
importante la declaración de la federación universitaria de Rosario, que 
"se suma como Federación y se pone a disposición para garantizar las 
diferentes medidas económicas y sanitarias de prevención que se están 
tomando a nivel nacional, provincial y municipal".
No confundamos el hecho de dar clases virtuales para “no perder” el 
cuatrimestre como una acción heroica frente a la pandemia y no 
estigmaticemos a los que no puedan llevarlo a cabo dejando entrever que 
no hacen un esfuerzo suficiente. No es momento de exigirnos tanto en tan 
poco tiempo, con tan poca anticipación.
En este marco, no podemos ser arrastrados a dar “como si nada pasara” 
una cursada completamente virtual, con la exigencia de brindar clases 
sincrónicas lo que representa en el docente el cumplimiento de un 
horario determinado en un espacio físico compartido por varios 
integrantes de una familia que también tienen teletrabajo, chicos en 
edad escolar, mayores que requieren asistencia. Tampoco aceptar dar 
docencia 1 año y medio de corrido. Ni siquiera sabemos cómo vamos a 
estar en junio como país y como pueblo. Está claro que no estábamos 
preparados para una situación así. El sistema educativo en general se 
asume como una continuidad que no contempla la irrupción de un fenómeno 
que genera tanta incertidumbre. Es necesario repensar qué es y cómo 
enseñar/aprender en este nuevo contexto donde todo está alterado. Como 
dijimos en nuestro anterior comunicado: en este contexto que atraviesa 
el país, creemos que el planteo de dar las materias en modalidad virtual 
no es urgente, mucho menos necesario.
Podemos si, acompañar a los estudiantes con bibliografía para que tengan 
algún contacto con los contenidos de las materias pero que de ninguna 
manera puedan reemplazar el encuentro, porque el proceso de 
enseñanza/aprendizaje requiere de la presencialidad en todas las 
disciplinas. La enseñanza/aprendizaje es colectiva, es social, tanto en 
una teórica como en un práctico o laboratorio. No es posible hacerlo en 
la soledad y con una computadora en frente. Es una concepción 
conductista de la enseñanza donde el rol de les estudiantes es de 
absoluta pasividad, no hay debate, no hay preguntas, no hay gestos, no 
hay acompañamiento, no hay aprendizaje en ambos sentidos, hay celdas 
vacías a llenar con lecturas o clases magistrales.
Hace ya mucho que los organismos imperialistas como el Banco Mundial 
vienen insistiendo en la necesidad de eliminar el aula, de convertir a 
los docentes en “facilitadores”, eliminar la sindicalización, los 
estatutos, convertir las direcciones en gerencias empresariales, 
convencernos de que el aprendizaje lo realizan lxs estudiantes por su 
cuenta a través de las redes. A eso va por ejemplo la Secundaria del 
“Futuro” del macrismo. A partir de este momento de emergencia hay que 
tener mucho cuidado de cómo puede ser aprovechado el traspaso a la 
educación virtual.
Desde Protagonismo y Lucha entendemos que esta situación de emergencia 
no puede encontrar a las universidades aisladas haciendo como si nada 
ocurriera. Cualquier propuesta que salga de la universidad tiene que 
partir de las necesidades de los que más sufren. En este sentido, la 
pérdida de un cuatrimestre sería un detalle en el contexto de 
sufrimiento popular que se está viviendo.
El escenario planteado por Barbieri el viernes a la noche y las diversas 
interpretaciones de cada unidad académica, no hacen más que dar cuenta 
que la Universidad de Buenos Aires no está a la altura de la gravedad 
que atraviesa nuestro país y nuestro pueblo. Se necesitan disposiciones 
claras, sin ambigüedades y que no dejen librado a cada cátedra o materia 
qué hacer con el calendario académico. Por ejemplo, la Universidad 
Nacional de General Sarmiento ha establecido 6 semanas de acompañamiento 
virtual partiendo de la base que no reemplaza lo presencial y 4 semanas 
presenciales, exceptuando a los docentes que no puedan dar clase en esta 
situación de emergencia.

Es importante que como docentes seamos capaces de reflexionar 
críticamente sobre cuál es la mejor manera de llevar adelante nuestro 
oficio de enseñar, no podemos aceptar cualquier moda. También nuestro 
gremio, la AGD, creemos que debe tomar posición y reunirse con las 
autoridades de la UBA para impedir la vulneración de nuestros derechos 
laborales que, en este contexto, van desde la falta de licencias con 
goce para los docentes que están con familiares a cargo, hasta la 
exigencia de tener que dar clases virtuales y luego, seguir con lo 
presencial durante 1 año y medio sin descanso. Asimismo, vemos 
imprescindible la confluencia de docentes, profesionales, trabajadores 
del sistema científico tecnológico con todos aquellos estudiantes que 
están pendientes de aportar tiempo, conocimiento y capacidades a una 
salida colectiva para el abordaje de los sufrimientos y necesidades de 
nuestro pueblo durante la pandemia.



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Protagonismo y Lucha - UBA
Agrupación de Docentes y Trabajadorxs de la Ciencia en la UBA
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