[Todos] Frente a la ruptura de la lista única de profesores

[El Transformador en Graduades Al Frente]

Este año se realizarán las elecciones de los claustros de profesores y 
graduades del Consejo Directivo de la FCEyN. El nuevo Consejo Directivo 
será el encargado de elegir al próximo Decano/a de la Facultad, por lo 
que el resultado de la elección cobra una importancia aún mayor.

La novedad política es la fractura de la que fuera la llista única de 
profesores durante los últimos 12 años (ADU) que se ha partido en dos 
agrupaciones: Construcción Colectiva y Exactas y Naturales 2022. De 
concretarse la presentación en forma separada, sería la primera vez en 
años que existen dos listas de profesores. Desde la disolución de la 
anterior oposición, ADU hegemonizó, con el apoyo de la mayoría de 
graduados Sumatoria, el gobierno de la Facultad y el conjunto de la vida 
académica y educativa a su antojo. .

Unidos/as hasta hace pocos meses en ADU, el surgimiento de estas 
agrupaciones no responde a tanto a una ruptura de principios en relación 
al gobierno de la Facultad, sino más bien a una disputa para ver quien 
se hace con el decanato de la FCEyN.
“Construcción Colectiva” incluye al actual vicedecano Luis Baraldo, 
numerosos consejeros/as de ADU y figuras alineadas con el kirchnerismo 
como Juan Pablo Paz y Alberto Kornblihtt. Este espacio fue el que llevó 
a Jorge Aliaga en 2006 al Decanato y que presenta un fuerte alineamiento 
con la actual dirección del MinCyT y CONICET (CyT Argentina).

“Exactas y Naturales 2022”, impulsada por el actual consejero (y 
candidato a Decano) Guillermo “Willy” Durán, surge con la idea de 
proponer una gestión “más inteligente” con relaciones “más fluidas” con 
el actual rectorado (Barbieri y la Franja Morada) e inclusive con la 
oposición al gobierno actual (el macrismo y la UCR, donde el propio 
Durán militó en su juventud).

El desparpajo con el que ambas agrupaciones discuten “el futuro” de la 
Facultad sin convocar a este debate a docentes auxiliares, becaries, 
investigadores, estudiantes o no docentes muestra de lleno el carácter 
reaccionario de sus construcciones políticas. Amparándose en el actual 
régimen de representación antidemocrático, la discusión sobre política 
académica y educativa queda nuevamente en manos de una minoría absoluta 
de profesores, mientras quienes constituimos la gran mayoría de la FCEyN 
asistimos como convidados de piedra. No es casual que ninguna de las dos 
listas se pronuncie a favor de democratizar los órganos de cogobierno o 
la formación de un claustro único docente donde puedan votar también los 
auxiliares, actualmente subrepresentados y diluidos en el claustro de 
Graduados.

Efectivamente, las declaraciones que publicaron ambos espacios comparten 
un aspecto central: mientras describen la situación actual, nada dicen 
de problemáticas graves y urgentes de la vida en nuestra Facultad. 
Ninguna de las dos listas agrupaciones se pronuncia por la necesidad de 
un aumento de presupuesto universitario y sus planteos acerca de la 
necesidad de aumentar los salarios chocan de lleno con su alineamiento a 
los mismos sindicatos que entregan la paritaria cada año. Ambas listas 
se embanderan con la defensa de los concursos y nada dicen de la 
situación de constante inestabilidad que sufren les docentes auxiliares 
que deben concursar sin ninguna garantía de continuidad. Ambas listas 
han apoyado el desconocimiento por parte de la UBA del Convenio 
Colectivo de Trabajo y desconocen el reclamo histórico de les becaries 
por su reconocimiento como trabajadores con plenos derechos. Se propone 
reacondicionar la oferta curricular y la inclusión de la virtualización 
de las clases, pero nada se dice de consultar a les docentes auxiliares 
sobre la viabilidad de estas propuestas, cuando venimos sosteniendo hace 
ya un año y medio la virtualización con nuestros propios recursos. Nada 
se dice tampoco de la falta de licencias por menores o mayores a cargo, 
la falta de espacio en los laboratorios o los problemas de 
financiamiento para la investigación. Mientras discurren sobre la 
igualdad de género, fue la propia ADU la que vetó el proyecto que 
presentamos desde El Transformador para exceptuar de concursar a las 
docentes embarazadas o madres recientes mientras en los departamentos 
muchas docentes se han visto forzadas a renunciar durante la pandemia 
por la falta de licencias.

Como docentes auxiliares, becaries e investigadores de la FCEyN, 
subrepresentados en el claustro de graduados en el Consejo Directivo (4 
representantes de 16), advertimos que esta ruptura está lejos de 
implicar una potencial mejora para nuestras condiciones de trabajo. La 
ausencia en este debate de las principales problemáticas que nos aquejan 
así como una reivindicación absoluta de las gestiones previas, son una 
muestra cabal de que se dividen pero nada cambia. Esta ruptura en 
profesores seguramente tendrá su correlato en el claustro de graduados, 
con posible realineamientos tanto en la siempre oficialista Sumatoria 
como en otras agrupaciones sin vida política real en la Facultad que 
surgen cada dos años para las elecciones. Especialmente cuando está en 
juego el acceso al Decanato y a la caja presupuestaria de la Facultad.


En estas elecciones, que se dan en un contexto de emergencia económica y 
sanitaria, es necesario poner en pie un debate respecto a las 
condiciones laborales bajo las cuales enseñamos e investigamos y qué 
Universidad pública queremos construir. Para reforzar lo que 
conquistamos con la lucha, para lograr lo que nos falta.

Desde El Transformador venimos trabajando y luchando desde hace años, 
dentro y fuera del Consejo Directivo, por la defensa de los derechos 
laborales de docentes, becaries e investigadores. Por nuestros salarios, 
por la Universidad pública y gratuita, por una investigación al servicio 
del pueblo y no de las grandes empresas. Planteamos la necesidad urgente 
de una reforma de estatutos que permita la democratización del co 
gobierno para terminar con un régimen antidemocrático que mantiene en 
una minoría de profesores la mayoría absoluta de los órganos de 
gobierno. Hemos mantenido la independencia política de la gestión de la 
Facultad, la UBA y de los gobiernos de turno, entendiendo que es la 
única garantía para poder defender los derechos de quienes tenemos que 
representar. No nos mueven la ambición de cargos ni la obtención de 
beneficios propios. Por el contrario, realizamos nuestra tarea en el 
Consejo en base a un esfuerzo cotidiano y en un clima de suma hostilidad 
por parte de quienes hoy se muestran divididos pero vienen gobernando 
juntos/as desde hace más de una década.

El Transformador - Docentes e Investigadores de la Facultad de Exactas Y 
Naturales