[Todos] Carta abierta a la comunidad de Exactas

[Pablo Dotro]

A la Comunidad de Exactas,

Por ahí me conocés, por ahí no. Mi nombre es Pablo Dotro, y por los  
últimos 23 años, fui el técnico que estuvo a cargo del Laboratorio de  
Ondas (“Labo 2”) en el Departamento de Física. Tal vez cursaste alguna  
materia en la que fui tu pañolero, o te di una mano en algún  
experimento. Tal vez viniste a preguntarme por el instrumental de los  
Laboratorios para un concurso, o viniste con una duda o problema de  
informática. Tal vez pasaste por mi escritorio simplemente en busca de  
un consejo, una charla o un café. Tal vez viniste a ver al “Pañolero  
Negro”.
Hoy, no sin cierto pesar, doy por cerrado mi ciclo en la Facultad.  
Dejo este trabajo que me acompañó por tantos años, la mitad de mi  
vida, por varias razones, algunas de las cuales quiero compartir. Sin  
entrar mucho en detalle, pero para generar un poco de conciencia.

Ser “pañolero” del Departamento de Física es un trabajo extraño. Si lo  
hacés bien, sos parte esencial del funcionamiento de los Laboratorios.  
Es un trabajo interdisciplinario, en el que necesitás saber cosas  
disímiles como informática, programación, diseño mecánico,  
electricidad, electrónica, higiene y seguridad, física, algo de  
matemática, algo de química, algo de biología, y tener una vocación  
constante para estar siempre aprendiendo. Necesitás ser recontra  
ordenado, y tener una curiosidad y un deseo constante de enfrentar  
desafíos y problemas prácticos. También tenés que tener una habilidad  
importante para resolver esos problemas gastando lo menos posible.

Por más de dos décadas yo aprecié mucho este trabajo. Sobreviví al  
2001 gracias a este trabajo. Y sin embargo, y soy consciente de la  
ironía, es un trabajo altamente precario. Los pañoleros y técnicos de  
los labos tenemos cargos que no son regulares, ni son de planta. No  
estaban pensados para “hacer carrera”, pero sin embargo así ocurre.  
Son cargos “equiparados” a cargos docentes, que se renuevan a  
discreción y a pedido del Departamento TODOS los años. Si, tenés  
recibo de sueldo, pero la antigüedad casi nunca es la real, y no tenés  
garantía de estabilidad. Para la ley, sos un docente más. Para el  
trabajo, no realmente. La tarea desarrollada en “los labos” tiene  
cosas que se asemejan a la docencia, y cosas que no.

Cuando el trabajo está bien hecho, sos más bien invisible. Cuando algo  
no funciona bien, muchas veces sos el que tiene la culpa de todo, y  
vienen las quejas. Necesitás algo de piel gruesa, porque rara vez  
realmente seas el responsable, y mucho menos el que “tiene la culpa”.  
Al fin de cuentas estás haciendo un laburo altamente especializado, en  
condiciones precarias y sin los recursos necesarios. Sale lo mejor que  
se puede.

La contracara es que es un trabajo con muchas satisfacciones. Horarios  
“flexibles”, posibilidades de aprender cosas por tu cuenta, acceso a  
instrumental y equipo de calidad profesional, desafíos constantes,  
conocer todo el tiempo gente interesante, el placer de ver que el  
instrumento que arreglaste o que directamente diseñaste y construiste  
funciona y las prácticas tienen éxito… y por supuesto uno de los que  
para mi es el más importante: el placer inmenso de ver estudiantes que  
pasan por tus cursos y hacen una excelente vida (sea que se queden en  
la academia o no).

En estos años yo estuve a cargo del Labo de Ondas (“Labo2”), y de las  
computadoras de todos los labos de enseñanza.Me acostumbré a resolver  
problemas “imposibles” a tiempo para cada cuatrimestre. A veces con  
compus e instrumental de última generación, a veces con otros que son  
para el museo. Aprendí UN MONTÓN, y apliqué eso que aprendí todos los  
días, haciendo el esfuerzo por devolverle a la comunidad la  
oportunidad brindada.

En el camino tuve varios otros “temas” que me puse al hombro (que los  
técnicos tuviésemos compus, que tuviésemos internet, que tuviésemos  
tiempo asignado al desarrollo y reparación de instrumental separado  
del tiempo de clases, que se reconozca nuestra tarea, que podamos  
capacitarnos, etc.). Algunos los “gané”, en otros me estrellé contra  
los molinos de viento. También pasé por varias situaciones arbitrarias  
e injuriantes (ejemplos como que un jefe me diga que mi trabajo no era  
pensar sino obedecer, que algún profesor me ataque a los gritos en un  
pasillo porque no le gustaba la versión de software que estaba  
instalada en las compus, que un director de departamento frente a  
docentes me tratara de explicar cómo hacer mantenimiento de una PC,  
etc.).

Este cuatrimestre hubo un tema que finalmente fue la gota que rebalsó  
el vaso, me agarra cansado y en busca de otros horizontes. Para  
preservar mi salud física y mental, no me queda otra que retirarme, y  
dejarle el lugar a los más jóvenes que vienen atrás.

Quiero despedirme de todos, y decirles que mi paso por la Facultad fue  
de las cosas más maravillosas que me viví, me llevo la memoria de  
conocer gente excelente, de haber aprendido muchísimo y sobre todo, me  
llevo el abrazo y la calidez de tener y haber tenido compañeros “de  
fierro”, que le ponen el hombro día a día para que todo funcione, y  
que cada clase salga bien. La próxima vez que pasen por un labo de  
enseñanza del DF, saluden al pañolero!

Hasta siempre, y los que quieran, búsquenme en las redes!

Pablo Dotro
Laboratorios de Enseñanza
Departamento de Física - FCEyN - UBA
30 de Septiembre de 2022.