[Todos] [Todos-dm] [Todos QI] Re: Las mujeres no somos culos y tetas

Eduardo J. Dubuc edubuc en dm.uba.ar
Jue Jun 7 17:34:45 ART 2012


No omito opinion sobre el tema de esta thread, sino sobre lo siguiente:

Todo lo que se afirme sobre Mariano Sigman y/o la investigacion en la 
F.C.E. y N. debe hacerse en base y tomando como referencia el articulo 
original publicado por Sigman, y NO en base y tomando como referencia lo 
aparecido en una revista marketinera.

e.d.

On 07/06/12 15:19, Val wrote:
> Saartjie
> <http://2.bp.blogspot.com/_PbY-erWhk4g/TSrii8auvvI/AAAAAAAAArs/GNc4SvLn2MA/s1600/Cuvier+2.JPG>
> fue una mujer sudafricana, de la tribu de los hotentotes, que por la
> opresión que generó especialmente en las mujeres sudafricanas la
> colonización inglesa de hace 2 siglos (y que hoy continúa), fue paseada
> por Cuvier por salas de observación donde numerosos "científicos" de
> renombre de esa época miraron atentamente las partes de su cuerpo,
> especialmente sus asentaderas, sin tomar nota alguna, claro, de los
> terribles padecimientos y humillaciones a que era sometida esta mujer
> "negra y atrasada" de Sudáfrica por los hombres "blancos y civilizados"
> de Europa.
>
> Stephen Jay Gould cuenta esta historia con detalles imperdibles y
> muestra la red oculta detrás del "método científico" y las
> "investigaciones científicas" (pareciera, incuestionables), que sólo un
> científico de su nivel, talento, y admiración por la vida, puede
> percibir. Escribe SJG en el Capítulo 19 de La Sonrisa del Flamenco:
>
> "Cuvier comenzaba su monografía señalando: “No hay en la historia
> natural nada más famoso que el /tablier/(la versión francesa del sinus
> pudoris) de las hotentotes y, al mismo tiempo, ningún otro rasgo ha sido
> objeto de tantas discusiones”. Cuvier puso fin al debate con su habitual
> elegancia: los labia minora, o labios interiores de los genitales
> femeninos normales, se desarrollan mucho en las mujeres khoi-san, y
> pueden colgar hasta 8 a 12 cm por debajo de la vagina cuando las mujeres
> se ponen de pie, dando así la impresión de que constituyen una cortina
> de piel independiente y envolvente. Cuvier conservó su hábil disección
> de los genitales de Saartjie y escribió con florido lenguaje: “Tengo el
> honor de presentar a la Academia los órganos genitales de esta mujer,
> preparados de un modo que no deja lugar a dudas acerca de la naturaleza
> de su /tablier/”. Y el regalo de Cuvier descansa aún en su recipiente,
> olvidado en un anaquel del Museé de l´Homme… inmediatamente encima del
> cerebro de Broca.
>
> No obstante, si bien Cuvier identificó correctamente la naturaleza del
> /tablier/ de Saartjie, cometió un interesante error, surgido de la misma
> asociación falsa que había inspirado la fascinación del público:
> sexualidad y animalidad. Dado que Cuvier consideraba que los hotentotes
> eran el más bestial de los pueblos, y dado que tenían un gran /tablier/,
> supuso que el /tablier/ de otros africanos debía volverse
> progresivamente más pequeño al ir cediendo el paso la oscuridad del
> África austral a la luz de Egipto. (En la última parte de su monografía,
> Cuvier argumenta que los antigüos egipcios debieron ser caucásicos:
> ¿quién si no podía haber construído las pirámides?).
>
> Cuvier sabía que la circuncisión femenina era una práctica muy extendida
> en Etiopía. Dio por sentado que el /tablier/ debía ser al menos la mitad
> de grande en este pueblo de un tono y una geografía intermedios; y
> también conjeturó que los etíopes eliminaban el /tablier/ para mejorar
> el acceso sexual, no que la circuncisión representara una costumbre
> sostenida desde el poder e impuesta a las mujeres.
>
> El motivo de la popularidad de Saartjie descansaba sobre una falsa
> premisa: fascinó a los europeos porque tenía grandes nalgas y genitales,
> y porque supuestamente pertenecía al más atrasado de los grupos humanos.
> Todo encajaba perfectamente para los coetáneos de Cuvier. Los seres
> humanos avanzados (léase europeos modernos) son refinados, modestos y
> sexualmente discretos (por no decir hipócritas por hacer tamaña
> afirmación). Los animales son abierta y activamente sexuales,
> traicionando así su carácter primitivo. Por lo tanto, los exagerados
> órganos sexuales de Saartjie eran reflejo de su animalidad. Pero el
> razonamiento está expuesto, como dirían nuestros amigos ingleses (y
> literalmente en este caso), “con el culo donde debería estar la cara”.
> Los seres humanos son los primates más sexualmente activos, y tienen los
> órganos sexuales más grandes de todo nuestro orden. Caso de que
> debiéramos seguir esta dudosa línea de razonamiento, una persona con una
> dotación más voluminosa de lo normal es, en todo caso, más humana, En
> todos los sentidos (modo de vida, apariencia física y anatomía sexual),
> Londres y París debieron estar en una jaula gigantesca mientras Saartjie
> les observaba.”
>
> SJG muestra cómo la Ciencia no es neutral. Cómo es que las
> investigaciones, en mayor o menor medida, siempre están dirigidas por lo
> que se quiere encontrar (Borges tiene una figura parecida a esta
> descripción en su cuento Tlön, Uqcbar, Orbis Tertius, cuando habla de
> los hrönir, esos "objetos" cuya existencia se conoce de antemano y se
> manda a "encontrar" en los fondos de los ríos y los pozos ciegos. Hasta
> los hipotéticos habitantes de ese mundo de idealistas llegaron a la
> conclusión que parece, acá, se evita constantemente: el problema de "la
> improcedencia de testigos que conocieran la naturaleza experimental de
> la busca"). El problema (además de este de que la "investigación" de
> Sigman está buscando algo que en la sociedad ya está dado de antemano
> por la carga cultural con la que nos invaden cotidianamente revistas,
> programas de tv y radio, internet, etc) de la investigación de Sigman es
> que, como pasa varias veces (y, lamentablemente, cada vez más), a
> sabiendas de que está intercambiando consecuencias por causas, realiza
> una "investigación" cuyo objeto de estudio son las respuestas de un
> grupo de machos de nuestra especie sobre la atracción sexual que
> despierta en estos especímenes ciertas partes de los cuerpos de las
> hembras de nuestra especie. Esta "investigación" tiene el problema de
> que su muestra es no representativa (como el mismo Sigman explica), o
> sea que no tiene sentido racional alguno. Me gustaría saber si los
> muchachos (perdón, pero a esta altura, llamarlos "científicos" sería un
> insulto a varios miembros de nuestro género que sí merecen ese nombre)
> pensaron si su muestra de 200 especímenes machos de Argentina (todo
> Argentina? o sólo Buenos Aires? Es importante) puede conseguir alguna
> conclusión relevante, seria sobre la conducta del macho en el género
> humano. Consideraron a esta muestra como parte de una población de
> países americanos? de países desindustrializados? de países bajo la
> órbita del imperialismo yanqui o europeo? de poblaciones influenciadas
> por la cultura de los pueblos originarios, por la cultura islamista, por
> la cultura europea? Podría hacer más preguntas sobre "la muestra" de
> estos muchachos, pero como ya se habrá adivinado, su "investigación" me
> parece además de poco seria, bizarra, y aún más: completamente irrelevante.
>
> Pero voy a volver al punto central de esta discusión, que no es otro que
> el asunto de la "neutralidad" en la investigación científica. Los
> científicos no existen por fuera del mundo. Muy al contrario, están
> insertos en él de una manera clave y, como se viene viendo desde el
> comienzo de esta nueva crisis capitalista, bastante importante en el
> problema del estancamiento del desarrollo de las fuerzas productivas (si
> no se está al tanto de esto, se puede visitar los sitios web de la
> prensa internacional y leer un poco qué dicen los funcionarios de la
> Ciencia en Europa. Casualmente hace 4 días salía una nota en Proyect
> Sindicate -una página en la que escriben los principales ideólogos de la
> burguesía de los países imperialistas- sobre esta cuestión del rol de la
> Ciencia en la crisis del euro). Mariano Sigman y su equipo, y todos los
> científicos del mundo, están influenciados por la ideología que se
> imparte desde los centros de poder del sistema en el que vivimos y,
> aunque ellos crean que no, aceptan y reproducen esa ideología. Salvo,
> claro, que se declaren en oposición abierta a ésta, como hizo SJG, por
> ejemplo, quien se identífico a sí mismo varias veces como un científico
> marxista, reivindicador del método dialéctico y admirador de la obra El
> Capital de Marx, con toda la carga conceptual y política que eso
> implica. Sigo. Esa ideología, la de la clase dominante (hoy, la
> burguesía) es la que le dice a Mariano Sigman que sería interesante
> ponerse a ver a qué parte del cuerpo de las hembras dirigen su mirada
> sus compañeros biológicos de género, machos. A Mariano Sigman no se le
> ocurre hacer la investigación al revés: fijarse qué parte del cuerpo de
> los machos miran las hembras de nuestro género. Resulta esperable en una
> sociedad como esta, donde las mujeres son cosificadas (los hombres
> también, pero de manera más camuflada y con algunos grados de libertad
> más que en el caso de las mujeres), que la investigación "científica"
> esté orientada a analizar lo que se supone que existe: que "los machos
> miran a las hembras" (cuando lo inverso también ocurre y casi en la
> misma medida, por esta cuestión de la cosificación). Mariano Sigman
> debería haber partido de preguntarse por qué se le ocurre "investigar"
> esto desde la óptica que lo hizo y no al revés, por ejemplo. Pero a
> Mariano Sigman, evidentemente, no le interesa comprender la relación
> entre el sujeto que estudia y el objeto de estudio. No le parece
> relevante. En su lugar, prefiere mirar cómo los machos miran partes de
> cuerpos de las hembras, sumándose a la moda patética y degradante de la
> condición humana que hoy nos impone una clase social decadente y bizarra
> como es la burguesía.
>
> La Lista Unidad hace una crítica correcta a este problema. Numerosos,
> excesivos, son los años que venimos soportando las mujeres que los
> hombres nos ubiquen dentro de jaulas (que con el avance de la técnica,
> ahora tienen la forma de televisores, revistas, etc) para mirar nuestras
> partes y decidir si tenemos asociado un cardinal del 1 al 10...
> Suficiente carga tenemos que soportar las hembras del género humano
> cuando salimos todos los días a la calle y siempre, algún imbécil nos
> grita alguna pavada desde la esquina o incluso se nos acercan y nos
> dicen asquerosidades en el oído. La "investigación" de Sigman no
> soluciona este problema, terrible, de opresión y humillación cotidana
> que sufrimos las mujeres, que además, tiene su expresión más baja y
> cruel en el tráfico de nenas menores de  15 años que son paseadas ante
> los ojos de policías, milicos, curas, políticos, empresarios y demases
> expresiones descompuestas que genera el orden burgués, para que
> "examinen" sus partes y después las utilicen para su gozo personal.
>
> Mariano Sigman debe conocer el problema terrible de las redes de trata,
> salvo que viva dentro de un repollo. También debe conocer la violencia
> que se ejerce sobre las mujeres cotidianamente, resulta muy poco
> probable que no haya experimentado en algún momento la molestia de ir
> caminando con alguna amiga/novia/hermana o lo que fuere y escuchar algún
> grito desubicado desde la vereda de enfrente en relación a esas partes
> del cuerpo que él ahora toma como parte de una "investigación"
> científica. Pero pareciera no importarle ninguna de las dos cosas,
> cuestión que habla bastante mal de su ubicación moral.
>
> En relación a la declaración que envía la Lista unidad, al menos yo (y
> varios más), tenemos acuerdo en que la Ciencia no es neutral, que en un
> momento de crisis del Capital, la Ciencia incluso es profundamente
> ideológica. El detalle es que una vez identificado esto (que la Ciencia
> no es neutral) uno debería discutir cómo solucionar el problema de que,
> como no es neutral, termina estando al servicio de la clase dominante.
> Desarrollar robots (o cualquier otra tecnología) al servicio de la
> Policía Federal, como hicieron hace un tiempo algunos de los científicos
> que integran la Lista Unidad, me parece igual de incorrecto que
> desarrollar una "investigación" al servicio de sostener la cosificación
> que sufrimos las mujeres hoy y desde hace siglos.
>
> Yo lo que veo es que viene siendo hora de que todas estas cosas se
> discutan abiertamente en la FCEyN y que las posiciones de cada sector
> queden claras.
>
> Aunque, claro, podemos seguir paseando venus hotentotes en jaulas,
> admirando cerebros de Broca y colaborando con las fuerzas represivas del
> Estado burgués.
>
>
>
> El libro de SJG puede ser leído en partes en booksgoogle acá
> <http://books.google.com.ar/books?id=AFKl5GFkb8MC&pg=PA251&lpg=PA251&dq=hotentotes+stephen+jay+gould&source=bl&ots=3tO6wtb6wB&sig=OIjQN2oC_OUcn8cVDTrjGVMBFac&hl=es&sa=X&ei=zdLQT8_WFoqg8gSH3vG_AQ&ved=0CEMQ6AEwAQ#v=onepage&q&f=false>.
>
>
>
> Saludos,
> Val
>
> El 7 de junio de 2012 14:25, <rmenendez en qi.fcen.uba.ar
> <mailto:rmenendez en qi.fcen.uba.ar>> escribió:
>
>     Hola,
>     Como mujer tengo que decir que efectivamente leer la nota de la revista
>     Veintitrés me generó bastante indignación. De forma reduccionista
>     aporta a
>     seguir viendo a las mujeres como objetos al servicio de las miradas
>     de los
>     hombres... Pero además, como docente de la facultad también me preocupa
>     que esta sea la imagen que vea la sociedad de lo que hacemos diariamente
>     en la Universidad Pública.
>
>     Me gustó mucho esta nota que salió en Página12.
>
>     ------------------------------------
>
>     Viernes, 1 de junio de 2012
>
>     EL PEZ POR LA BOCA
>     La duda
>
>     http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-7297-2012-06-01.html
>
>       Por Dolores Curia
>
>     “De cómo arañar ocho mil caracteres y unos cuantos culos para hacer una
>     tapa.” Así podría titularse la sensación que genera el último número
>     de la
>     revista Veintitrés. ¡Qué lejos quedaron los tiempos de aquella histórica
>     tapa con agujero (para ilustrar los agujeros negros del presupuesto
>     menemista)! La intención, esta vez, huele más bien a la urgencia de
>     tapar
>     un agujero.
>
>     Ahí está la evidencia: en el quiosco o en la red de redes. Dos planos
>     americanos. Un frente con globos terráqueos en pico y la argentinidad
>     bodypainteada. Y su reverso: una retaguardia con remera criolla y una
>     colaless que enmarca unos glúteos pulidos. Ni un solo pozo. ¿Será
>     photoshop? ¿Será que la euforia patriotera es capaz de rellenar las
>     nalgas
>     hasta dejarlas a punto bombucha? La nota de Veintitrés –llora la revista
>     Barcelona, que apenas si podrá ahora superar este chiste– promete
>     aquietar
>     una intriga inmemorial: “Tetas o culo: el fin del debate nacional”.
>     ¿Necesita más el lector o la lectora? Tal vez algo para entrarle al
>     texto
>     sin culpas, para quitarle el pecado de lo superfluo, lo sexista y el
>     aburrimiento crónico. Pues bien, ¿para qué está la Academia si no es
>     para
>     echar luz sobre las discusiones que desvelan a la sociedad toda? Y
>     la UBA
>     sale al frente como único héroe (y cita de autoridad) en este lío:
>     Locademia de Ciencias Duras al rescate. Si fuese otro dossier más de
>     pechos y trastes suculentos, habría pasado inadvertido. Lo cómico (e
>     irritante) del caso es que se quiere cubrir al “debate nacional” sobre
>     estas zonas erógenas (excluyentemente femeninas) con cientificismo.
>
>     La investigación se basó en el estudio de la mirada de doscientos
>     hombres
>     que eligieron entre cuerpos no identificados. Sin eufemismos, ni
>     metáforas
>     enredadas. Quien busque capas de sentido a deconstruir bajo la lupa
>     de los
>     estudios de género, la tendrá demasiado al ras: todos esos culos
>     anónimos
>     se definen en función de la mirada de “184 heterosexuales confesos”.
>
>     El trío de científicos a cargo del experimento dice haber trabajado con
>     imágenes de mujeres “lindas, o muy lindas, entre ocho y diez
>     puntos”. Dan
>     ganas de preguntar cuál fue el medidor. ¿Hablar de “calientómetro”
>     suena a
>     chiste fácil? Lo impreso sobre las páginas de Veintitrés supera
>     cualquier
>     chicana neologística. Unas líneas más abajo se expone, con tono de
>     master
>     class, que el semental argento se divide en dos razas: “culero” o
>     “tetero”. Uno de los científicos explica la necesidad metodológica del
>     ranking de chicas (8, 9, 10): “Estudiamos la preferencia entre buenas
>     opciones, que no es lo mismo que descartar entre malas opciones”. Las
>     chicas posan de espaldas, anticipando –para aquel que no quiera leer
>     toda
>     la nota– que hay un ganador que empieza con “C”. No tienen cara,
>     sólo sus
>     nalgas tostadas y firmes. Posan contra una baranda a la espera del sello
>     que, quemándoles el cachete, las califique como aprobadas o
>     sobresalientes.
>
>     ¿Y por qué el debate es nacional? ¿Será porque en el imaginario algo del
>     argentinismo remite a aquella iconografía del macho criollo que con una
>     mano se desabrocha el primer botón del pantalón, con la otra sostiene el
>     porrón y con la manga se seca la espuma de la trompa? Lo cierto es
>     que en
>     la nota aparece un dato, en boca de un cirujano plástico, que podría
>     explicar por qué para Veintitrés este tema tiene los colores de la
>     bandera: “En cirugías estéticas, la Argentina lidera el número de
>     intervenciones en toda América”. Otra cifra: aunque ellos prefieren la
>     retaguardia, en el quirófano, teta sigue matando culo.
>
>     Uno de los cerebros de estos hallazgos dice no escaparle a la
>     discusión de
>     si su investigación es machista o misógina. Y nada más. En referencia a
>     que –según esta investigación– la parte de atrás se lleva la corona,
>     declara: “Una conclusión podría ser que (al operarse más las lolas) las
>     minas están gastando mal la guita. Tienen una razón fuerte: si un hombre
>     les ve las tetas, ellas ven cómo se las mira”. No, no es una frase de
>     Polémica en el bar pescada al ritmo del zapping: es Mariano Sigman, el
>     director del laboratorio de Neurociencia Integrativa de la Facultad de
>     Exactas, dejando un mensaje para la posteridad. Decir que acá para las
>     féminas no hay voz ni voto es una redundancia al cuadrado. La mujer aquí
>     es un poste; es que a ellos les gusta así, como ausente.
>
>     ---
>     ---
>     Lic. Renata J. Menéndez Helman
>     INQUIMAE y Depto de Química Inorgánica, Analítica y Química Física
>     Ciudad Universitaria Pabellón II 3er Piso
>     Ciudad Autónoma de Buenos Aires
>     C1428EHA, Buenos Aires, Argentina.
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